martes, 20 de octubre de 2009

Diez años de cárcel para los cuatro militares que agredieron a un joven marroquí

Le dieron una paliza cuando estaba en su coche con su novia. El tribunal considera que intentaron asesinarle debido a las graves lesiones físicas y psíquicas que le causaron. Los acusados tienen relación directa con la ideología neonazi



La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a diez años de cárcel a cinco militares que el 27 de septiembre de 2007 agredieron a un joven de origen marroquí cuando éste se encontraba con su novia en un coche en un descampado del municipio madrileño de Navalcarnero.

El padre de uno de los agresores intentó disuadir a su hijo y luego se ocupó de llevar a la víctima y su novia a un hospitalEl tribunal considera a Francisco Q.S., Sergio L.V., Jorge H.M. e Iván C.Z. culpables de un delito de asesinato intentado por la paliza que propinaron a su víctima, y que le causó lesiones graves y secuelas físicas y psicológicas, y al último también de una falta de lesiones, por las que le causó a la novia del agredido para impedir que se moviera.

Según relata la sentencia, la noche en que ocurrieron los hechos, Francisco Q. recogió a los otros tres procesados con su coche, y se dirigieron a un "lugar despoblado, solitario y sin iluminación eléctrica", donde se escondieron detrás de una caseta "a la espera de que llegara su víctima", que solía estacionar allí su vehículo.

Cuando llegó, los cuatro militares se cubrieron los rostros, se acercaron "de forma sigilosa" al coche y, mientras uno de ellos rompía la ventanilla trasera, los otros tres, que portaban una barra de acero extensible, un puño americano y una porra de madera, abrieron la puerta del vehículo, agarraron al joven, lo sacaron, y le golpearon incluso cuando cayó al suelo desmayado.

Múltiples golpes

El tribunal ha considerado que los hechos son constitutivos de un delito de asesinato en grado tentativa, ya que "los acusados, con la conducta descrita, han evidenciado el ánimo de matar que presidía su acción", al propinarle "múltiples golpes de gran intensidad dirigidos a zona vital".

Además, la sentencia señala que "es obvio el concierto entre los cuatro acusados", lo que queda, a juicio del tribunal, corroborado porque los padres de Francisco Q. se presentaron en el descampado poco antes de la llegada de la víctima, tratando de disuadir al procesado de sus intenciones, lo que al juicio del tribunal permite deducir que éste lo había planeado con antelación.

De igual modo, el padre del militar, que se quedó en la zona, fue el que encontró al herido y lo llevó al hospital, avisando después a su hijo de que el joven "estaba muy mal", lo que confirma que éste lo sabía cuando, al día siguiente, se marchó de viaje con su novia.

Planeado de camino al estadio

El acusado, sin embargo, afirmó durante el juicio que no tenía intención de acabar con la vida de su víctima, sino sólo de "darle un susto" porque aquél había causado daños en su coche unos días antes, y que lo planeó sobre la marcha con sus compañeros de cuartel aquella noche, cuando se dirigían al estadio Santiago Bernabéu.

Los acusados alegaron que atacaron al joven porque causó daños al coche de uno de ellosEl tribunal señala que "no cabe duda de la ideología neonazi e incluso de la militancia 'skinhead' de Sergio L.", que llevaba tatuados en su cuerpo símbolos propios de esa ideología y que había reconocido en un reportaje televisivo su pertenencia a estos grupos y que "igualmente se ha puesto de relieve la tendencia o simpatía" con estas ideas de Jorge H. y Francisco Q.

Sin embargo, considera que no puede aplicarse la agravante de cometer el delito por motivos racistas e ideológicos ya que "no existe prueba de que actuaran por motivos xenófobos", dada la explicación de que su motivación eran los daños que la víctima había causado al vehículo de uno de ellos

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