jueves, 29 de julio de 2010

Aznar con excarcelados cubanos y damas de blanco grita Viva Cuba Libre



¿Vivimos una perversión del lenguaje?  Efectivamente, es una perversión del lenguaje propia del poder.  ¿Y qué se esconde detrás de ello?  Es un arma de destrucción masiva de la inteligencia; es decir, se destruye la inteligencia porque es peligrosa para el sistema. Y como tienen toda la fuerza de los grandes medios de expresión y comunicación, pueden hacerlo, pueden pervertir el lenguaje hasta esos extremos. Y lo hacen. A fin de cuentas, es un reflejo de la perversidad intrínseca del capitalismo. 

A este genocida aun  le quedan ganas de tocar los cojones. Apelando a una libertad, que en su país estas maniatada, oprimida y apaleada. Haciendo un brindis al sol, como es de costumbre, pues que se va a esperar de personajes de este calado. 
Dice lindezas como '' la libertad de las personas y su dignidad, no pueden someterse a subasta". Cuando el a subastado lo insubastable, la soberanía de su país callando bocas a diestro y siniestro.....pero aun hay mas......."Es una victoria de la libertad frente a la opresión, de vuestro coraje frente a la cobardía del régimen, de vuestra integridad frente al oportunismo de muchos, dentro y fuera de Cuba"....."la libertad no puede comprarse, ni la nuestra ni la vuestra, y menos a un precio tan barato como una nueva condena a la expatriación en un limbo jurídico y vital". 

En opinión del ex presidente, que acusó al régimen castrista de haber "convertido la isla en una inmensa cárcel", "no es un gesto ni de misericordia ni de bondad ni de solidaridad el haber encarcelado, para luego desterrar, a personas inocentes", "para Cuba lo mismo que para España y para toda Europa, un régimen democrático". "Tenemos que apoyar con todas nuestras fuerzas a los demócratas cubanos que lucháis por la libertad de vuestro pueblo, por los muchos que aún siguen encarcelados por el régimen y por todos los demás a quienes la dictadura oprime", remachó. 

Y la pregunta del millón: ¿Que pasa con tod@s los presos politicos que hay en su país o Estado Español?, porque no son de su agrado, no tienen las mismos derechos, que los presos a quien dice respaldar, en este caso. Porque un preso político lo es aquí y en Sebastopol, ¡joder¡. Pero ya sabemos de que pie cojea este Fascista recalcitrante, de demagogia 100%. No tiene desperdicio sus palabras, porque una vez mas, nos demuestra su talante de demócrata y de la conciencia que presume de puertas para fuera. 
No es mas que una campaña de limpieza de imagen y de confrontación a sus adversarios políticos para ir adoctrinando cada vez mas a sus adeptos a ''su régimen'' y a l@s incrédul@s que todavía no se dan cuenta, de  que lo que pide para Cuba, aquí no se respeta.

Juega contra Cuba a tirarles piedras y aquí no juega, pues se dedico a romper el tablero, sin ningún resentimiento ni remordimiento. Acaso ¿alguien le a oído pedir perdón? ......''Yo creía  que había armas de destrucción masiva en Irak'' decía y luego el tiempo le puso en su sitio, sitio del que nunca tubo que salir.

Completamente repulsivo y vomitivo, como todos los políticos, son ''el mismo perro, con distinto collar''

DIQNO666

miércoles, 28 de julio de 2010

Entrevista a Alfonso Sastre: "La paz es una idea subversiva".


El creador que lucha con gigantes (Alfonso Sastre)

Dicen de él que es el más grande dramaturgo español de las últimas décadas. Y también vasco. Porque decidió serlo. Y vivir en un país que ama y le admira. Su extensa obra ha sido un pulso permanente contra la censura; su vida, un compromiso con la libertad; su pensamiento, una exploración constante de la esencia humana. Desde la atalaya intelectual o desde el asfalto de la calle, siempre ha estado –y está– cuando le necesitan. No ha escatimado generosidad. Ni lucidez. Por eso no lucha contra molinos; lucha contra gigantes.  Señor Sastre: tragedia, comedia... ¿En qué función está en este momento el orden mundial?  No es fácil explicar la realidad con esos conceptos... Ya en el Renacimiento se rompieron esos fetiches y surgió la tragicomedia, que era una visión más compleja de la realidad. La tragicomedia empezó a dar frutos grandes: la tragedia grotesca, el esperpento... Es ahí donde se encuentra el género que puede reflejar la realidad actual: una tragicomedia o un esperpento o una tragedia que hace reír... Para mí es una tragedia compleja. Estamos en un momento en que podemos reír por no llorar. No es un momento de reír ni un momento de llorar, sino de reír por no llorar.

¿Y en el caso de Euskal Herria?  Euskal Herria no es un caso especial. En otros temas tiene una característica diferente respecto a lo que ocurre en otros lugares, pero en cuanto a si es de reír o de llorar, se puede decir que es una situación en que se ríe por no llorar, pero también hay muchas razones para llorar.  ¿Vivimos, tal vez, una especie de penitencia por la no ruptura democrática del franquismo?  En Euskal Herria se produjo una resistencia fuerte a la Reforma, que la izquierda española también preconizaba. Llegó un momento en que las ideas de la necesidad de una ruptura democrática desaparecieron de los territorios de España y se refugiaron en Euskal Herria; es aquí donde cristalizaron las ideas de que no se iría a ninguna parte que mereciera la pena si no se producía la nueva situación en términos de ruptura. Esas ideas cristalizaron aquí y son el origen de lo que luego ha sido la izquierda abertzale. Ésa fue una de las razones -aparte de otras muchas- de que nosotros decidiéramos venir aquí. Encontramos que nuestras ideas más o menos estaban socialmente admitidas en este país y no en España.  En ese contexto, ¿cuál es la responsabilidad moral del intelectual en la sociedad?  Es la misma de siempre: ser fiel a su vocación intelectual. Es una vocación por la verdad, por la exploración de la verdad y por la defensa de la justicia. Parece que algunos intelectuales asumen esa responsabilidad y otros la marginan un poco y se limitan formalmente a trabajar a favor de la inteligencia en términos de descompromiso total desde el punto de vista político.

¿Cree que los intelectuales vascos están a la altura de las circunstancias?  Yo tengo un problema para poder responder a esa pregunta al no ser capaz de leer lo que escriben los intelectuales vascos en euskera. Cualquier opinión que manifestara sería ligera y seguramente injusta. Pero en el teatro, donde sí veo lo que se hace, más o menos, o lo que se pretende hacer, creo que las gentes del teatro vasco no están a la altura de las circunstancias en que se vive en este país. Yo he tratado en algunas ocasiones de interesar a mis colegas en el ejemplo -no para seguirlo pero sí para inspirarse quizás en él- de lo que fue el teatro irlandés durante las primeras décadas del siglo XX. En unas circunstancias análogas -con matices-, surgió un teatro magnífico, de gran nivel en Europa.

Y el teatro en castellano se manifiesta bastante al margen de las cuestiones más patentes y más latentes de esta sociedad. Es un teatro que mira para otro lado y no para la realidad; quizá por miedo a mirar a la realidad. La realidad a veces mete miedo, también es cierto. 

¿Y los intelectuales españoles y franceses están a la altura de las circunstancias respecto al caso vasco?  No, están a la altura de su ignorancia sobre esta situación. Yo creo que son ignorantes. Lo veo con los españoles que conozco, están más o menos a la par -digamos- en todo, menos en este tema. Cuando se trata el tema vasco lo ignoran todo y, además, parece como si rechazaran tratar de comprenderlo...  ¿A qué se debe esa actitud?  Al patriotismo, al chauvinismo de gran potencia... Lenin ya hablaba del patriotismo chauvinista; hacía una crítica a lo que se llamaba chauvinismo de gran potencia.

Y España y Francia son grandes potencias en relación con Euskal Herria. El chauvinismo es una filosofía común que les impide absolutamente ver lo que pasa aquí. Es muy dificultoso. Me dicen amigos que viven en Madrid, por ejemplo, lo difícil que es hacer comprender allá algunas cosas que se comprenden viviendo aquí. Y se debe al patriotismo español completamente cegador.  Pero hasta el punto de no tener siquiera curiosidad por saber qué ocurre...
¿Tiene esperanza de que surjan voces que empiecen a hablar de modo diferente?  Deseamos que sea así y en algunos casos sí es así. Hay gentes que se han acercado al problema y lo han entendido desde Madrid; gente como Antonio Álvarez-Solís, por ejemplo, que entiende perfectamente el problema y es un hombre que toda su vida se ha movido en territorios lejanos a las cuestiones vascas. Pero se aproximó, miró y vio lo que pasaba. Nada más que eso. Eso que parece tan sencillo no debe serlo, porque no hay muchos casos como el suyo. El mío tampoco es frecuente entre los intelectuales matritenses, así que una posición como la mía, o como la que tuvo José Bergamín en su tiempo, son casos excepcionales, lo cual quiere decir que debe de ser muy difícil entender [risas]...  O también que ustedes son valientes...  [Risas] Habrá habido que ser un tanto valientes, no sé...  ¿Por qué decidieron usted y su familia instalarse en Euskal Herria?  Pues un poco por lo que decíamos al principio. Y los otros motivos eran las relaciones humanas, amistosas, que habíamos establecido con muchos vascos durante la dictadura. Eva y yo -sobre todo Eva- creamos el Comité de Solidaridad con el País Vasco e investigamos las torturas que se estaban cometiendo aquí, que eran más serias, incluso más graves que las que se cometían en el resto del Estado español. Ahí se crearon unos vínculos amistosos y eso formó parte de las razones por las que vinimos aquí.  Y políticamente es algo que he dicho al principio: vimos que aquí la idea de la ruptura democrática se había asentado de una manera de la que no se prescindía y a la que no se traicionaba. Y todo ese complejo de razones hizo que viniéramos aquí, aparte también de que en Madrid, por ese chauvinismo de gran potencia, nosotros estábamos en una situación bastante poco «vivible» -digámoslo así- en algunos momentos. Si nos hubiéramos quedado allí nuestro destino habría sido recluirnos en una cierta soledad o algo así, pero no deseábamos tal cosa. Y no lo dudamos. Dijimos «nuestro sitio a partir de ahora es Euskal Herria», y nos vinimos aquí.  Eva y usted han dado mucho a este país.

¿Qué les ha devuelto Euskal Herria? Nos ha dado lo mismo que nosotros hemos dado. Ni más ni menos. No es un debe o haber en el que se han de especificar cantidades o calidades de lo dado o lo recibido. Nosotros dimos algo de solidaridad, eso es cierto, y aquí hemos recibido mucha solidaridad, eso es también cierto. O sea que ha habido un intercambio de solidaridad, más que un juego de debe y haber.  Supongo que su implicación en la vida política vasca le ha costado muchos sinsabores. ¿También satisfacciones?  Sí, sí... Satisfacciones, sí. He tenido sinsabores porque, aunque la situación de un dramaturgo no es buena en cualquier parte del territorio español, la mía ha sido peor quizás por mi traición a España, que es como se ha estimado mi decisión de vivir aquí. Mi carrera ha ido peor, pero tampoco iba a ir muy bien si no hubiera dado este paso; mis obras se han estrenado menos de lo que se habrían estrenado si no hubiera venido. En el orden personal, todo han sido satisfacciones, porque no gozaría del apoyo popular, de la simpatía de que gozo, del amor de este pueblo al que yo amo también... Y eso es un valor que no se puede cambiar por nada. Así que todo tipo de satisfacciones personales y algunas molestias -digámoslo así- profesionales.  «La paz es una causa peligrosa, amigo mío», le decía su Sombra -alter ego- en un artículo de 2003 que el Tribunal Supremo tomó seis años más tarde como indicio para prohibir la candidatura Iniciativa Internacionalista. Realmente, la vida da más paradojas que el teatro...  Sí, sí, la vida da más paradojas que el teatro, porque las paradojas que se dan en el teatro están tomadas de la vida; o sea, que la fuente de las paradojas es la vida y el teatro refleja algunas de esas paradojas.  ¿Y qué le parece la amenaza judicial por una causa como la paz?  La paz es una idea subversiva. Es una idea muy subversiva. Es así. Ésa sería una paradoja...  En nombre de la paz -por ejemplo- o de la justicia o de la libertad, en Euskal Herria asistimos a detenciones, ilegalizaciones, represión...

¿Vivimos una perversión del lenguaje?  Efectivamente, es una perversión del lenguaje propia del poder.  ¿Y qué se esconde detrás de ello?  Es un arma de destrucción masiva de la inteligencia; es decir, se destruye la inteligencia porque es peligrosa para el sistema. Y como tienen toda la fuerza de los grandes medios de expresión y comunicación, pueden hacerlo, pueden pervertir el lenguaje hasta esos extremos. Y lo hacen. A fin de cuentas, es un reflejo de la perversidad intrínseca del capitalismo.  En sus escritos se aprecian dosis de humor de manera frecuente. ¿El humor nos redime de lo trágico de la vida?  El humor forma parte de la tragedia -otra paradoja, quizás-; la existencia humana presenta la doble faz de la tragedia y de la comedia. El humor -incluso la comicidad, que es un grado de mayor fuerza- es también un instrumento de exploración de la realidad, de modo que no diría tanto como que nos redime, pero sí nos ayuda a comprender lo trágico... aunque sea paradójico decirlo así.  Yo he cambiado mucho en mi teatro, que tiene dos fases muy distintas. A partir de determinado momento hago lo que llamo tragedias complejas. Son tragedias en las que la gente se ríe mucho en ocasiones. No son propiamente tragicomedias; la tragicomedia es un equilibrio que a veces tiende a un lado y a veces al otro, una especie de línea trágica con episodios cómicos o una línea cómica con algún episodio trágico. Mi tragedia compleja no es una tragicomedia, es verdaderamente tragedia, sólo que, como la vida es así, en esas tragedias se producen efectos cómicos, y eso hace que el teatro llegue a ser una representación de esa realidad compleja; por eso las llamo tragedias complejas.  En los últimos tiempos viene dedicando buena parte de sus reflexiones al futuro del socialismo. ¿Cuáles son, en su opinión, los retos del socialismo del siglo XXI?  Hay gente que está trabajando en eso seriamente. Yo no estoy capacitado para plantearme problemas tan serios y tan precisos, pero todo el mundo tiene -y yo también- algunas cosas qué decir al respecto. Yo hablo de neosocialismo. «Socialismo del siglo XXI» fue un término que se fabricó más o menos en Venezuela y creo que fue Chávez quien lo difundió por primera vez; es una buena forma de denominarlo. Pero también podría llamarse neosocialismo, un nuevo socialismo que tomara lo que de válido se ha podido obtener tanto de las experiencias pasadas como de los fracasos. Estoy escribiendo ahora unos ensayos sobre eso, un libro que se llama «Ensayando el futuro» en el que planteo ese tipo de cuestiones: ¿Cómo será el socialismo? Y algunas cosas están ya muy claras: ya no se puede dar un socialismo de la abundancia; el socialismo ya no puede prometer abundancia, que sería negativa. No es el socialismo de la abundancia pero tampoco es el socialismo de la pobreza. Ni ricos ni pobres. Sería una sociedad en la que los conceptos de rico y pobre fueran los que quedaran excluidos.
Señor Sastre, ¿sigue siendo necesaria la utopía?  Sí, pero hay que entenderla ya de una manera nueva; en eso también hay planteamientos propios del siglo XXI. Las utopías del siglo XIX eran predicar lo imposible... Se hacían experiencias en los falansterios, experiencias de sociedades en las que presuntamente la gente iba a ser rica y feliz... Ese tipo de utopías no tendrían sentido ahora, no se puede prometer la felicidad. La felicidad no es posible si se trata de la existencia humana, porque ésta tiene algo de tragedia y algo de comedia; se basa en una especie destinada a la enfermedad, a la vejez y a la muerte. Con esos aspectos no se puede decir «bueno, a pesar de todo, vamos a ser felices».

Vamos a ver esta situación y hacer una filosofía que tenga en cuenta ese doble aspecto de las cosas: el agónico y el práctico.  La actividad humana es una praxis histórica, pero también es una agonía porque esos que practican la historia también mueren. Muchas veces la literatura y el teatro no han tenido en cuenta ese doble aspecto de la realidad humana: lo cómico y lo práctico o lo patético y lo dialéctico.  Ya no se hace tanto teatro político como antes. Sin embargo, no faltan motivos. ¿Qué ocurre?  [Sonríe] Sí, el teatro siempre ha ido a rastras; no es una cosa nueva tampoco; siempre ha ido a rastras de la realidad. Están ocurriendo cosas que el teatro no refleja o lo refleja con retraso.  En los últimos años del franquismo hubo una especie de hiperpolitización de los grupos de teatro, que hacían teatro para hacer política. Los partidos estaban prohibidos y los grupos teatrales ocupaban el vacío; muchos grupos tuvieron ese fondo hiperpolítico, que a veces no era bueno tampoco, porque la hiperpolítica produce mucho descuido a veces de lo estético y una obra estéticamente mala es políticamente inútil; ése era un sacrificio completamente tonto: sacrificar la calidad estética al objetivo político. Así que no es que se hiciera un buen teatro, pero se hizo teatro político.  Cuando muere Franco y empieza la reforma en lugar de la ruptura, desaparece la censura previa obligatoria y se legalizan los partidos políticos, incluido el PCE. Entonces las gentes del teatro hiperpolitizado dijeron «ya ha terminado nuestra responsabilidad, ya hay partidos políticos, ya no hay censura, entonces ahora hagamos lo que nos dé la gana».

Y la libertad que se tomaron fue muy mínima y casi ridícula a veces, porque fue cuando empezaron a mostrarse desnudos totales en los escenarios y el lenguaje se pobló de palabrotas. Y eso era la libertad... así que el teatro se quedó en eso. Y algunos de los autores que habían apadrinado ideas de un teatro político propiamente dicho quedaron marginados entonces; o sea, que la censura no les tenía que prohibir ya porque eran las compañías las que no se interesaban por sus obras. Ya no era necesaria la censura. Esa situación está vigente.  ¿Podría ser una manera de autocensura para esquivar situaciones incómodas?  Sí, claro. Es lo mismo que ocurrió durante el franquismo. El posibilismo que decía Buero Vallejo era una postulación de una autocensura. Nos autocensurábamos todos de alguna forma. Yo hice una obra sobre la tortura pero si quería estrenarla en Madrid -como quería-, no podía ubicar la acción en Madrid. La puse en una Argelia más o menos imaginaria, pero lo que yo trataba de denunciar era la tortura en España.

Cuando esta obra se tradujo al ruso para representar en Moscú, el traductor me preguntó si me importaba situar la acción en Madrid. «No solamente no me importa -le dije- sino que es lo que yo habría hecho de haber sido posible». Y en Moscú se tituló «Madrid no duerme de noche». Eso quiere decir que yo mismo me había autocensurado para poder estrenar la obra en Madrid; por eso era injusto que Buero Vallejo me acusara de imposibilista -decía que yo escribía para que me prohibieran las obras-. No, yo era un poco más radical que él, nada más.  ¿La autocensura es una sofisticación de la censura?  Sí.  Oficialmente no existe censura. ¿Qué le parece?  Sí existe, sí existe... La censura se ha reproducido de distintas formas. Los programadores de los teatros son los actuales censores. Y no es que tengan una censura solamente ideológica, tienen también una censura más trivial. Por ejemplo, una obra mía no la programaba nadie porque decían que era triste; o sea que eran censores contra lo triste. Pero déjeme usted que haga una obra triste si quiero expresar mi tristeza. «Sí, claro, pero los espectadores no van a venir...» Entonces me censuraban esa obra no porque fuera antifranquista ni contra la dictadura sino porque era triste...  Por su compromiso político ha sido un autor silenciado. Usted mismo ha reconocido encontrarse «en el discreto encanto de la marginación».

¿Ha sentido soledad en algún momento?  Sí, una soledad en compañía, sí... Pero quizá eso es propio de los poetas en general y de los dramaturgos en particular. Encontrarse un poco descolocado con relación a la marcha general de las cosas en la sociedad produce soledad.  Tres años sin Eva Forest... ¿Qué supuso Eva en su vida?  Todavía no estoy en condiciones de hablar de Eva con tranquilidad, pero si se puede decir en pocas palabras, lo diré, y es que Eva es... Gracias a ella se produjo la deriva vasca de nuestra familia. Si no hubiera sido por ella probablemente yo estaría ahora en Madrid, en un pisito allí, en no sé dónde, amargado de la vida. No sé si yo mismo me habría llegado a enterar bien de lo que es este país porque a lo mejor estaba también ignorándolo ¿no? No creo, porque ya conocía bastante como para seguir estudiando el tema. Y bueno, somos vascos porque Eva deseó que lo fuéramos y lo hizo.  En sus conversaciones íntimas con su Sombra, señor Sastre, ¿hay preguntas sin respuesta?  Sí, todas las preguntas no tienen respuesta. Ninguna pregunta tiene una respuesta clara, decidida y definitiva. Las respuestas que yo doy a la Sombra o que la Sombra me da a mí son aproximaciones a una respuesta que desearíamos definitiva y que sabemos que no lo es. Son respuestas para hoy y preguntas para mañana. Andamos así, un tanto erráticos a veces, pero tratamos de que las respuestas sean lo más precisas posible.  Yo estoy en contra de lo que hace unos años se llamó en Europa el pensamiento débil. Era una forma de crítica a los comunistas estalinianos: mejor tener un pensamiento débil que tener un pensamiento dogmático. Yo estaba de acuerdo en que el pensamiento no debe ser dogmático, porque si es dogmático no es pensamiento, pero no estaba de acuerdo en conformarme con un pensamiento débil. Habrá que intentar, por lo menos, que nuestro pensamiento tenga una cierta fortaleza; habrá que buscar las razones por las que se pueda plantear que determinada cosa que decimos es sólida y no es algo ocasional que va a ser mentira mañana, sino que va a seguir siendo verdad mañana y pasado y mucho tiempo. Los grandes pensadores han tenido pensamientos que hoy son todavía vigentes.  Nosotros deseamos tener un pensamiento que persista durante tiempo, aunque la Sombra y yo no somos pensadores propiamente dicho, sino pensativos [risas]; sabemos que lo que decimos siempre puede resultar que no es cierto...

Extraído de:
http://www.kaosenlared.net/noticia/133167/entrevista-alfonso-sastre-paz-idea-subversiva

miércoles, 21 de julio de 2010

Las 3 maldiciones monoteístas.

Tras releer la Biblia he recordado lo nefasta y antiética que es. Se puede abordar desde diferentes puntos de vista, desde el filosófico y/o mitológico hasta el puramente histórico. Estos meses, debido a mis estudios de Historia del Arte, he estado influenciado por la historia. Ahora me doy cuenta mejor que nunca de todas las mentiras de los judíos que siempre se hacían pasar por víctimas para buscar una personalidad propia de manera no muy ética precisamente, en especial las mentiras sobre los egipcios, que al margen de que las plagas de Egipto son perfectamente factibles (sin toda la parafernalia de los judíos) debido a las inundaciones del Nilo, su limo y los animales que en él habitaban, los egipcios no se caracterizaron por ser una potencia militar ni esclavista, limitándose sólo a lo suyo y sin querer tener contacto con ningún otro pueblo a excepción de relaciones comerciales (dicho sea de paso, la imagen de María con el niño Jesús está calcada de Isis dando de mamar a su hijo Horus). Ahora me doy cuenta mejor que nunca de su necesidad de crear la figura de un mesías que justificara todas sus barbaridades, después de, para más inri, robarles a todos los pueblos a los que odiaban todos sus mitos y su arte, tanto a los pueblos de Mesopotamia como a los egipcios y griegos.

Es realmente de agradecer que exista la Biblia de Jerusalén (en la foto en una cómoda edición de bolsillo), una biblia aceptada por la Conferencia Episcopal que es valorada por sus introducciones y notas a pie de página, y cuyo criterio de traducción fue la comparación con los textos originales en hebraico-aramaico y griego sin limitarse sólo a traducir la versión Vulgata latina. Es de agradecer que se especifique en qué fecha aproximada fue escrito cada texto, dejando constancia de que muchas profecías fueron escritas con posterioridad a los hechos narrados (qué listos, así cualquiera...). Es de agradecer que al final aparezca un resumen cronológico, ya que los libros de la Biblia no están ordenados cronológicamente. Así se entiende mejor que al estar escrita por tantos y tantos autores, en el Génesis ya se haga referencia a la torre de Babel, actualmente identificada con el Etemenanki babilonio, un zigurat muy relevante en la Babilonia del siglo VI a.C., y que en textos posteriores se haga referencia a "hechos" anteriores, como la huida de Egipto. Hasta especifican, y es una edición católica, que el apocalipsis hace referencia al Imperio Romano sin tener que buscarle 3 pies al gato. Qué fácil escribir textos referentes a la vida de Jesús décadas después de su muerte haciendo referencia a la futura crisis de Roma cuando en el momento en el que se escribieron la crisis era ya un hecho...

Vamos a por la ética, partiendo de la base de que una religión monoteísta es perversa desde sus raíces porque niega todo lo demás. A diferencia de una religión politeísta, que representa en sus dioses nuestras propias características y que tienden a incluir en sus panteones dioses de otras religiones y/o mitologías, sólo SU dios es el verdadero. Sólo SU libro es válido. Leí la Biblia hace años y tenía el recuerdo de que el Nuevo Testamento era bastante contrario al Antiguo Testamento, en el que se dicen burradas como éstas:

Si un varón se acuesta con otro varón, ambos han cometido una abominación: han de morir; su sangre sobre ellos. (Levítico, 20:13)

Si no aparecen en la joven las pruebas de la virginidad
(cuando se casa) sacarán a la joven a la puerta de la casa de su padre, y los hombres la apedrearán hasta que muera (Deuteronimio, 22:21)

No son más que 2 ejemplos entre decenas y decenas, pero no sólo son la norma sino que resultan bastante suaves en comparación con otras normas y anécdotas.

Alguien me dijo una vez que si te metes con la religión haces daño a las personas cuyos valores y forma de vida están basados en ella. ¿Y los evangelistas que tras la muerte de Cristo se encargaron de decirles a los griegos que sus creencias eran falsas y que iban a ser condenados si no se convertían? Muy bonito y ético... Recordaba el Nuevo Testamento muy diferente al Antiguo, pero al margen de que Jesús, si es que realmente existió, dentro de las costumbres de su tiempo que no podía borrar de un plumazo, pudiera ser un hombre que quería cambiar estas barbaridades (es una de las hipótesis, aunque los evangelistas del NT ponen en boca de Jesús palabras que no inspiran lo que nosotros entendemos por bondad), San Pablito no para de decir cosas como las siguientes:

¿No sabéis acaso que los injustos no heredarán el reino de Dios? ¡No os engañéis! Ni impuros, ni idólatras, ni adúlteros, ni afeminados, ni homosexuales... (Primera Epístola a los Corintios, 6:9)

El varón no debe cubrirse la cabeza, pues es imagen de la gloria de Dios; pero la mujer es gloria del varón. No fue creado el varón por razón de la mujer, sino la mujer por razón del varón. He ahí por qué debe llevar la mujer sobre la cabeza una señal de sujeción por razón de los ángeles. (Primera Epístola a los Corintios, 11:7)

Todo esto es también la norma en el Nuevo Testamento, y no olvidemos que no se trata de normas y costumbres "universales", sino exclusivas de los judíos y contrarias a las de sus pueblos vecinos. Es por esta última cita de la Primera Epístola a los Corintios por lo que no entiendo el escándalo de los pseudocatólicos frente a las costumbres musulmanas, calcadas a las bíblicas incluso en la manera de vestirse, cuando el Corán no es literalmente más que un resumen de la Biblia al que han añadido un nuevo profeta. Incluso en la Biblia se prohíbe comer cerdo entre otros muchos animales.

Como el cristianismo gira en torno a un hombre que no dejó NADA escrito y todos los textos que hablan sobre él se escribieron desde decenas hasta siglos después de su supuesta muerte, los católicos se quedaron con los 4 que venían a decir exactamente lo mismo y por ahí pululan decenas de textos que han configurado el imaginario colectivo, como la historia de amor entre María Magdalena y Jesús de la que la Biblia no menciona absolutamente nada, y que llegan a contradecirse entre sí. Y es que nada mejor que echar mano de la figura de una persona de la que no se sabe absolutamente nada para crear tropecientas ramas de una misma religión de manera que se adapte a uno. Eso sí, se dan más detalles que en la Biblia. María ya con 3 años fue entregada al templo por sus padres, donde fue criada hasta que con 12 o 13 años se casó con José, que contaba unos 80 años. Cuando Jesús nació por gracia del espíritu santo (con sus 80 años José desde luego fácil no lo tenía) les trajo muchos problemas a sus padres, ya que como le daba por matar a algún niño que otro dado su mal y antisocial carácter nadie los quería cerca. Y luego ya cuando es adulto es cuando empiezan las contradicciones. Que si Jesús no sólo admitía a las mujeres entre sus discípulos sino que les daba una gran importancia (Juan y María Magdalena eran los 2 discípulos más amados de Jesús, de ahí que haya quienes dicen, basándose incluso en el evangelio canónico de Juan, que fue con este último con el que tuvo una relación homosexual), que si era más bien machista. Que si tuvo algo con María Magdalena, que si no tuvo nada (uno de los evangelios apócrifos lo desmiente). Que si murió crucificado y resucitó, que si fue otro al que crucificaron. Que si Jesús se reafirma en lo dicho en el Antiguo y Nuevo Testamento, que si dice todo lo contrario. Esto último ocurre en los evangelios gnósticos, donde Jesús llega a decir que Yahveh no es Dios sino uno de sus arcontes que creó todo erróneamente y sin el permiso de Dios, del que Jesús es encarnación. En los evangelios gnósticos, que hacen hincapié en la masculinización de las mujeres no como un síntoma de machismo sino como una aspiración hacia una humanidad andrógina, hay reminiscencias de las mitologías y cosmogonías egipcia, mesopotámica y griega, con otros chopocientos nombres de ángeles, demonios y arcontes que alargan y complican el sencillo Génesis del Antiguo Testamento. Y es que los judeo-cristianos fueron expertos en fagocitar las culturas que les rodeaban para luego acabar con ellas y ridiculizarlas.

No puedo negar que me encanta la iconografía cristiana y que en torno a una figura legendaria se pueden escribir grandes historias, pero precisamente porque se trata de una figura legendaria, aunque existiera como persona real...
0 credibilidad histórica en torno a la figura de Jesús.

En una Arabia en la que dominaban los politeístas nómadas, apareció un tipo llamado Mahoma (570-632 d.C) que por tener desde siempre contacto con los judeo-cristianos cargó en contra del politeísmo árabe, comenzó según él a tener visiones provenientes de Dios, y se consideró su nuevo profeta (se trata del mismo dios de los judeo-cristianos, Yahveh, para quien no lo sepa, que parece que hay muchos, porque Alá simplemente significa Dios). Comenzó a recopilar aquellas historias y leyendas en las que creía (recordemos que existen tropecientas ramas y versiones en torno a los mismos personajes), decidió que él merecía tener más mujeres que el resto por ser el profeta de Dios, y comenzó a comunicar y expandir la palabra de Dios, creando el Islam (literalmente sumisión a Dios) y dándole a Arabia una unidad religiosa y política de la que carecía, para así comenzar los musulmanes a conquistar y cargarse a todos los pueblos que pudieran al igual que sus antecesores judeo-cristianos. Así, debido a las diferentes versiones que corrían en torno a los mismos personajes, para los musulmanes en el arca de Noé había más gente que la que dice el Antiguo Testamento, existieron profetas de los que no habla la Biblia, Jesús no fue crucificado y predicó hasta los pasados 80 años, no fue el hijo de Dios sino un profeta más entre tantos y tantos (el Corán muy bien de él), reniegan de la trinidad, y a diferencia de los anteriores profetas que fueron enviados a determinados pueblos (Jesús fue enviado exclusivamente a los hijos de Israel), Mahoma fue el último profeta de la historia enviado para toda la humanidad. Por lo demás, aparte de criticar aquello dicho por los judeo-cristianos con lo que no estaba de acuerdo por considerar que el Antiguo y Nuevo Testamento fueron alterados y manipulados por su mala conservación y sus erróneas traducciones, el Corán, que quiere decir "recitación", una recitación que fue reunida por escrito en un único libro tras la muerte de Mahoma, viene a decir lo mismo que la Biblia. Tanto que no se conforma con explicar la historia de Noé, Moisés, Abraham o Jesús una sola vez, sino que lo hace decenas de veces, haciendo referencia además a los evangelios apócrifos. Y encima, si la Biblia es aburrida, el Corán la supera, porque mientras que en la Biblia hay historias, el Corán es puro y duro sermón en toda regla. Y a pesar de ello y de defender que hay que pegarle a una mujer desobediente y que las mujeres se tienen que tapar el pelo, pero a diferencia del Nuevo Testamento, que como ya hemos visto más arriba también lo dice, no como sumisión al hombre sino para diferenciarlas de las esclavas y darles más categoría (en la Grecia Antigua se hacía lo mismo con los ropajes), la violencia que desprende, que sí que está ahí para empezar porque defiende la Guerra Santa, es propia de un cuento de Disney al lado de la Biblia. Eso sí, defendiendo siempre, igual que los judeo-cristianos, el concepto del pecado, el miedo y el castigo eterno, un concepto inventado por ellos y que no dominaba en la mentalidad de las culturas vecinas.

Y así surgió la tercera lacra monoteísta.


No tengo más remedio que admitir, de nuevo, que adoro y que me fascinan la iconografía, la música y la estética tanto cristiana como árabe, pero, y ya que tiendo a separar y diferenciar los conceptos "religión" y "cultura",...
MALDITAS SEAN LAS 3 RELIGIONES MONOTEÍSTAS Y SUS IMPERIOS, el mayor cáncer de la humanidad junto al imperio político y el imperio económico y corporativista...



Extraído del blog amigo:
http://josusein.blogspot.com/2010/07/las-3-maldiciones-monoteistas.html

¡AÚPA JOSU¡

jueves, 15 de julio de 2010

''Condenados a reforma perpetua''. Por Albert Recio – Consejo Científico de ATTAC España.

I. En la España democrática hay cosas intocables (la Constitución, el Poder Judicial, el Concordato con la Iglesia Católica…) y otras sometidas a perpetua transformación. Las regulaciones laborales son el paradigma de la actividad reformista de nuestros legisladores. Cada década ha contado, al menos, con dos reformas importantes (aunque el segundo gran intento de 1988 fue abortado por la Huelga General del 14 de diciembre), y una enorme variedad de microrreformas que han cambiado sustancialmente la regulación institucional del mercado laboral.

Tan desmedido afán reformador se ha justificado en la recurrente situación de desempleo masivo. Pero el elevado desempleo no justifica por sí solo que las reformas deban centrarse en el mercado laboral. Estas se explican sobre todo por la ideología económica dominante, por la forma en que son analizados los problemas laborales. Una lectura rigurosa del pensamiento económico permite observar que existen, básicamente, dos formas de entender los problemas del desempleo. Para una parte importante de pensadores se trata, fundamentalmente, de una manifestación dolorosa de las lógicas de funcionamiento de las economías capitalistas, de sus múltiples “fallos” o “contradicciones”. Más o menos de la misma forma que la fiebre constituye un efecto de muchas enfermedades aunque sus causas están en otro lugar. Desde esta perspectiva la lucha contra el desempleo es, en gran medida, el campo para un amplio espectro de intervenciones y regulaciones públicas, un campo que incluye propuestas más reformistas (como las de los economistas keynesianos y post-keynesianos) hasta otras más radicales. Otra poderosa corriente, la que llamamos neoclásica, considera que el desempleo es, básicamente, el resultado del mal funcionamiento de los mercados laborales, y por ello las reformas deben concentrarse en este ámbito. Se trata de un convencimiento sustentado en modelos teóricos que en gran medida ven el funcionamiento del mercado como un engranaje social casi perfecto y por tanto la aparición de problemas laborales se explica precisamente por la existencia de pesadas regulaciones laborales que impiden su buen funcionamiento.

Esta última corriente se impuso en el campo académico, cultural y político, con la contrarrevolución neoliberal de los años setenta del pasado siglo y ha manteniendo su hegemonía hasta el momento presente. Totalmente insensible a las múltiples evidencias que muestran que en casi todos los parámetros de comparación (crecimiento económico, empleo, pobreza, estabilidad económica, desigualdad, gestión medioambiental….) el periodo neoliberal ha sido menos que mediocre. En España, sus partidarios han argumentado que los problemas del mercado laboral español se explican por la persistencia de muchas rigideces heredadas del franquismo. Rigidez que las sucesivas reformas no han eliminado porque se han planteado como reformas “en el margen” y no reformas globales. Ello explica su insistencia en dar nuevos y sustanciales pasos reformistas cada vez que las cosas se complican. Quizás su “revolución pendiente” nunca tenga lugar (al fin y al cabo toda reforma siempre requiere algún tipo de compromiso, excepto si se produce en regímenes dictatoriales como el franquista, el pinochetista o el chino), pero no cabe duda que la insistencia conjunta de patronales y académicos ha avanzado mucho trecho en laminar derechos individuales y colectivos de los trabajadores.

II. No volveré a discutir los argumentos de los “reformistas neoliberales”. Muchos de ellos están ya contenidos en anteriores entregas de este cuaderno. Voy a limitarme a comentar los aspectos cruciales de la actual reforma y a discutir cuáles son sus posibles efectos.
Básicamente la reforma laboral incluye novedades que si bien no llegan al contrato único de empleo y a la fragmentación completa de la negociación colectiva avanzan sustancialmente en esa dirección.
Más allá de un análisis jurídico detallado, siempre necesario, la reforma incide en una serie de cuestiones clave de la regulación laboral en materias como la regulación de los despidos y la contratación temporal, la negociación de la flexibilidad interna, la negociación colectiva y la intermediación en el mercado laboral.
En la mayoría de estos campos la nueva regulación tiende a ampliar los poderes empresariales y a reducir las garantías jurídicas (por ejemplo desaparece la consideración de despido nulo cuando la empresa no entrega una comunicación formal). Esto se hace por vías diversas, especialmente por una nueva definición de las circunstancias objetivas de despido que amplía el margen de maniobra de las empresas. Margen que pueden salir reforzado en el trámite parlamentario donde posiblemente el Gobierno acabará por realizar concesiones a quien se ofrezca a apoyarle: CiU nunca ha perdido oportunidad en anteriores reformas de sacar tajada para sus intereses de clase y no es previsible que ahora renuncie a ello. La misma “apertura” de criterios se produce en todo lo que tiene que ver con el descuelgue de la negociación colectiva. De hecho los cambios apuntan tanto a hacer automáticos los despidos (lo que ya se conoce por despido “exprés”, vigente de hecho desde las últimas reformas del PP) como los cambios de condiciones laborales. A mi entender, esta unilateralidad es tanto o más importante que la reducción del coste de la indemnización, puesto que puede permitir situar la indemnización por fin de contrato más próxima a los 20 días por año trabajado (a través de las múltiples fórmulas de despido procedente) que de los 33 días en los que trata de generalizarse el coste del despido improcedente. De hecho, la definición o no de procedencia depende crucialmente de cómo se formule el supuesto. Una definición laxa de las razones de la procedencia, como apunta la nueva norma, puede abrir el camino a la difuminación del despido improcedente. Si a ello se suma la anunciada asunción de 8 días de indemnización por parte del Fondo de Garantía Salarial (es increíble que en tiempos de recortes presupuestarios se abra una nueva vía de subvenciones al despido) el resultado final podría ser cercano al pretendido contrato único con un coste de despido de 12 días por año, manteniendo eso sí la ficción de una protección al empleo prácticamente inexistente. Vistas así las cosas sorprenden las críticas de la patronal y los “combativos” representantes del manifiesto de los 100. Quizás sólo sea teatro político para ayudar a presentar la reforma como una propuesta equilibrada, o quizás sea una reacción de soberbia porque el Gobierno no ha aplicado literalmente sus propuestas. Es decir, mero ejercicio de fuerza para sacar nuevas tajadas. No deja de ser indicativo que en el plazo de unos pocos días, fruto de la protesta patronal, una de las pocas medidas que mejoraban derechos —la limitación temporal de los contratos por obra o servicio— vio extender su duración máxima de dos a tres años (cuatro si los sindicatos ceden).

III. El otro ganador de la reforma son las empresas de empleo temporal. Su campo de actuación se amplia en dos sentidos: aumentan las actividades en las que puede intervenir —especialmente construcción y administración pública— y pueden convertirse vía convenios en intermediarios de la contratación laboral. Puede parecer que esto es sólo una nueva variante de las prácticas neoliberales al uso: las regulaciones públicas orientadas a garantizar espacios a los negocios privados. Pero su alcance puede ir mucho más lejos y constituir un vigoroso mecanismo que refuerce el desigual reparto de poder y derechos en el mercado laboral.
En el caso de la intermediación privada, que existe hace años, lo nuevo es que las empresas de colocación pueden alcanzar el estatus de colaboradoras de la Administración, lo que en la práctica se traducirá en que realicen sus mismas funciones y tengan poder estatutario para ello. Sabemos lo suficiente sobre el significado de la colaboración en campos como la sanidad, la escuela y los servicios de dependencia concertados como para saber qué se puede esperar del nuevo modelo. Sobre todo teniendo en cuenta el desprestigio que tienen los servicios públicos de empleo. Dejar en manos de los gestores privados el control del proceso de colocación puede traducirse en prácticas mucho más coercitivas y discriminatorias en los procesos de búsqueda de empleo. Al fin y al cabo las posibilidades de rechazar empleos indeseables depende de la voluntad del controlador de aceptar un criterio u otro. Y la experiencia de las mutuas patronales de accidentes son una buena muestra de ello, un sistema institucional que permite por ejemplo camuflar gran parte de las enfermedades profesionales. Ahora la experiencia de estas mutuas podrá extenderse al campo de la contratación. No es despreciable tampoco la creación de nuevos mecanismos de estigma basados en los criterios que apliquen estas empresas (desde listas negras de trabajadores rebeldes hasta la marginación de los menos empleables). La empleabilidad puede transformarse así en un nuevo mecanismo de coacción laboral. Cuando pienso en este tema siempre me viene la referencia de los estudios de Beveridge, el primer economista académico que reconoció la posible existencia de paro involuntario la cual asoció a las prácticas de las empresas de gestión portuaria londinenses. Por ello Beveridge fue un acérrimo promotor del sistema de colocación pública y universal. Las recetas neoliberales nos retrotraen al siglo XIX.
Igual de inquietante es la ampliación de los espacios de intervención de las ETT en espacios sensibles como la construcción y el sector público. En el primero de los casos esto genera un nuevo problema regulatorio en un sector donde la extrema subcontratación siempre ha estado relacionada con los elevados niveles de accidente y las desigualdades salariales, y donde esos nuevos operadores generan un nuevo reto a los intentos sindicales de regular el sector vía ley de subcontratas y delegados de prevención. En el sector público constituyen sin más un nuevo mecanismo de segmentación laboral y un intento de dinamitar una cultura de lo público tanto más necesaria que nunca.

IV. No hay que ser muy avispado para comprender que ni estamos ante una reforma equilibrada, ni ésta es progresista. Uno no encuentra ningún atisbo de mecanismos compensatorios con los que gustan llenarse la boca los modernos partidarios de la flexiseguridad (flexibilidad con garantías de derechos). Más bien es una nueva muestra de que las políticas liberales simplemente se orientan al desmantelamiento de derechos y de la acción colectiva, y a la individualización de las relaciones laborales. Como el mundo del XVII, donde un liberal compasivo como Adam Smith describe el mercado laboral en La riqueza de las naciones como un mercado entre desiguales. Los intelectuales liberales de ahora o son más cínicos o más ignorantes (o simplemente hace tanto tiempo que forman parte de una cultura sectaria que son incapaces de reconocer el mundo real).
Hay que combatir el modelo. Aun a sabiendas que a corto plazo las fuerzas están mermadas y hay poco a ganar. Y hay que hacerlo con argumentos que pongan en claro que esta regulación ni es buena como mecanismo para reducir las enormes desigualdades e injusticias que existen en el mercado laboral (generadoras de una enorme diferenciación de las clases trabajadoras) ni va a prestar apoyo al desarrollo de un nuevo modelo productivo.

De lo primero poco hay que explicar. Despidos baratos y fáciles no sólo aumentan las prerrogativas empresariales y permiten introducir nuevas discriminaciones entre empleados (leales y desleales, conformistas y rebeldes, entregados o defensores de su autonomía, individualistas y sindicalistas…). Son también la fuente de nuevas medidas de presión sobre el comportamiento laboral de la gente. Algo que se produce en todos los contextos en los que la desigualdad de poder es extrema, como podemos observar en la situación laboral de los inmigrantes (en la que el tema de los “papeles” es un elemento crucial en la aceptación de condiciones laborales inaceptables). En contra de lo que preconizan los economistas neoliberales, allí donde hay mucho poder patronal florece la desigualdad y la iniquidad. Y de esto ya tenemos mucho en el mercado laboral español. Ahora tendremos más.
De lo segundo, la experiencia internacional permite mostrar que un cambio de modelo productivo como el que se preconiza sólo puede funcionar si se basa en la cooperación, y ésta exige avanzar en campos tan relacionados como los derechos de participación laboral, el reconocimiento profesional (asociados a procesos formativos adecuados), o la existencia de contextos igualitarios. Todo lo contrario de un modelo diseñado para promover una movilidad dictada autoritariamente por los directivos empresariales, con poco diálogo y pocas garantías de derechos. Alguien debería explicarnos cuál es la racionalidad de subvencionar los despidos, una subvención que pagaran en parte las empresas más respetuosas con el empleo. No deja de ser curioso que ningún liberal se haya quejado de que aquí puede producirse un clásico modelo de “riesgo moral” de transferencia de fondos a los empresarios aprovechados. Pero hace demasiado tiempo que sabemos que la mirada de muchos de esos liberales es estrábica y lo que vale para otras cosas no sirve para el análisis de las políticas liberales.

V. Es tiempo de respuesta. Aun con expectativas limitadas. De realizar un enorme esfuerzo de debate en el seno de las clases trabajadoras. De generar una nueva conciencia de la dignidad y la racionalidad. Tiempo también de saber diferenciar el enemigo principal de las molestias secundarias. Algo que debería saber aplicarse todo el mundo. Desde las grandes organizaciones sindicales, a menudo tan desdeñosas del resto, como de los sectores más radicales, siempre proclives a tomar como enemigo principal al que está más cerca. Si queremos que no todo sea un desastre hay que trabajar por conseguir alguna movilización importante. Y ello requiere esfuerzo compartido, búsqueda de compromiso y colaboración. Lo hemos conseguido otras veces. No podemos dejar que el próximo septiembre sea una nueva autovía a la desesperación. El reto es importante y requiere máxima unidad entre todas las personas y fuerzas que creen que alguna vez podremos salir del bucle de la reforma laboral permanente.

Artículo publicado en Mientras tanto electrónico. Por Albert Recio – Consejo Científico de ATTAC España.

Extraído de: 
http://www.attac.es/condenados-a-reforma-perpetua/

martes, 13 de julio de 2010

Despues de la tormenta, viene la calma, esa es la ¿cuestion?.


Que fenómeno social ''DEL P**O PAÍS'': el mundial de fútbol 2010 . La rehostia, sentimientos que se unen y se desunen...a la velocidad de un formula uno. Momentos equilibrados y a los dos segundos desequilibrados de raíz. Autosugestionados por algo que realmente esta distorsionado hasta la médula. Y mi pregunta ¿que es lo que nos une y a la vez nos desune?. La identidad de cada un@ es personal e intransferible en lo mas amplio de estos términos, pero bifurca en los típicos arquetipos mas rancios y devastadores como pueda ser cualquier nacionalismo y mas el español. Como dicen ellos, tu nacionalismo es malo, el mio ¡no¡. Que gran paradoja, diría ¡Cervantes¡. El ¡Viva España¡, forma parte de ''los de siempre'' y ahora de l@s borreg@s, nuev@s, pues el nacionalismo español  ha sabido sacar rédito político de ello, ha patrimonizado cualquier acto individual y espontaneo, a su antojo. Como los cuervos a la carroña.....¡un cuervo nunca deja de ser un cuervo¡, por mucho que te diga que va ¡de paloma¡.Jajajajajaajajajajajaja¡
Que ganaran los mejores, no se puede negar, pues es evidente, pero de ahí a vendernos la moto/facha de la exaltación patriotera y chovinista.....jajajajajaja¡¡¡

Me quedo con lo dicho por un menda/vecino, en el pueblo, a mi oreja: ''Si estuviéramos tan unidos a otras cosas como al  fútbol, las cosas cambiarían de sitio'' ........y con eso me quedo. Pregúntate el ¿por que?

¡MENOS FÚTBOL Y MAS BARRICADAS¡ Hay..... es donde se ven los cojones, el coraje y la soberanía de los pueblos. POCO PAN Y PÉSIMO CIRCO.

DIQNO666

miércoles, 7 de julio de 2010

Comunicado del Comité de Huelga a los usuari@s de metro

 
Ante la masiva manipulación informativa que, con motivo de la huelga legítima que estamos efectuando en defensa de lo pactado en nuestro Convenio Colectivo.

Comunicado del Comité de Huelga a los usuari@s de metro

Ante la masiva manipulación informativa que, con motivo de la huelga legítima que estamos efectuando en defensa de lo pactado en nuestro Convenio Colectivo, los trabajadores de Metro nos dirigimos a los usuarios de este medio de transporte y a los ciudadanos en general, pidiendo su comprensión ante estas movilizaciones generadas por la provocación del gobierno de la Comunidad de Madrid, que quiere incumplir nuestro convenio colectivo.
Este Convenio fue firmado por la dirección de Metro y los sindicatos el día 17 de junio de 2009, refrendado por todos los trabajadores de Metro y aprobado por la Comunidad de Madrid.
La lucha de los trabajadores de Metro está centrada, única y xclusivamente, en que se respete la legalidad vigente.
En este país, la negociación colectiva laboral está regulada por la Constitución española de 1978:
“ARTÍCULO 37.
1. La Ley garantizará el derecho a la negociación colectiva laboral entre los representantes de los trabajadores y empresarios, así como la fuerza vinculante de los convenios.”
Así ha sucedido en metro y ha sido escrupulosamente respetado por ambas partes hasta este momento.
La razón que aducen para “saltarse” nuestro convenio es la necesidad de un ahorro de 8 millones de euros en una empresa como ésta en que el despilfarro está a la orden del día en multitud de conceptos: creación de puestos directivos por amiguismo, obras faraónicas que no son necesarias, estaciones en descampados para posibles operaciones inmobiliarias, publicidad innecesaria de un servicio conocido de todos (sólo en esta partida tienen asignado un presupuesto de 10 millones de euros).
Los trabajadores de metro, ante este atraco a mano armada contra la negociación colectiva, llamamos a la comprensión y el apoyo de todos los usuarios de este servicio de transporte, agradeciéndoselo de antemano y pidiendo disculpas por todas las molestias ocasionadas.
El Comité de Huelga de Metro

La dirección de Metro se va de fin de semana

En la Asamblea General del 30 de junio, tercer día de huelga de 24h. y segundo de HUELGA TOTAL, decidimos por una amplísima mayoría, levantar el pie del acelerador para dar una oportunidad a la negociación y al acuerdo; pero sobre todo, para dar un respiro a los trabajadores que utilizan el metro como medio de transporte.
Dos días seguidos de HUELGA TOTAL en Metro de Madrid, deberían haber sido suficientes para demostrar a los “responsables” políticos que han desatado este conflicto, que la voluntad de los trabajadores de metro de defender el CONVENIO COLECTIVO es firme y contundente.
Según acordamos en la Asamblea, el jueves y viernes hemos vuelto a respetar unos servicios mínimos abusivos que impiden el derecho a huelga y hacen que nuestra respuesta no se note en la ciudad. El sábado, domingo y lunes no haremos huelga. Y el lunes 5 de julio tenemos una nueva cita importante en la Asamblea General en Plaza Castilla.
Hasta entonces la Dirección de Metro y sus amos de la Comunidad, han tenido tiempo para presentar las propuestas que hayan querido, para dar una salida negociada al conflicto. Sin embargo parece que no están por la labor, parece que la decisión de dar un respiro la han entendido mal. El jueves, a petición del Comité de Huelga, se realizó la primera reunión a las 14.15 h., en la que no se pudo hablar prácticamente de nada pues la Dirección tenía una confusión interesada sobre foros, legitimidades e interlocutores de la que no “sabían” salir. Además tenían prisa por irse a comer, así que a las 15.00 h. dieron por concluida la reunión sin avance alguno. El viernes fuimos convocados a las 10.00h. y entre reuniones y recesos permanecimos tres horas en la planta 4ª de Cavanilles, sin lograr avance alguno. Desde el inicio de la reunión, la Dirección se comprometió a entregar la documentación referida al presupuesto de 2010 para Gastos de Personal, sin embargo esa documentación quedó reducida a una sola hoja y se entregó a las 6 de la tarde en los locales sindicales. En la reunión, la Dirección exigió, como condición previa a la negociación de una salida, la desconvocatoria de las huelgas de la semana del 5 de julio, estando dispuesta a volver a reunirse el lunes a la noche o el martes a la mañana. ¡La Dirección se va de fin de semana!.
Se equivocan si creen que los trabajadores de metro estamos derrotados. Craso error. Les pusimos dos condiciones claras y sencillas para llevar el lunes a la asamblea de la mañana:
-1ª que se respete el convenio colectivo en vigor, y
 2ª que no haya ningún expediente.
Parece que no van a cumplir ninguna de las dos. En cuanto a los expedientes, no paran de llegar compañeros de Correos a los domicilios de los trabajadores de metro aportando burofax (habría que ver el coste económico de este derroche, cuando pueden entregar esas cartas en el puesto de trabajo gratuitamente). Han llegado cientos de expedientes que se están contestando desde los locales sindicales. El de la Soli, por ejemplo, está abierto de 9 a 21 h. ininterrumpidamente (también sábado y domingo) y el paso de compañeras y compañeros es impresionante. La voluntad de lucha parece mayor incluso que la que se visualizó en las asambleas de esta semana.
Estamos recibiendo apoyos de miles de trabajadores de todo el mundo, de organizaciones sindicales, sociales y políticas, de usuarios anónimos. En nuestra página web puedes ver una pequeña parte de esos apoyos.

MÁS UNIDOS QUE NUNCA,
LOS TRABAJADORES DECIDIMOS
Y HACEMOS LO QUE DECIDIMOS.
¡¡ TODAS Y TODOS A LA ASAMBLEA A PLAZA CASTILLA !!