martes, 26 de enero de 2010

Bermuy de Porreros, Fresno de Cantespino y Campo de San Pedro dicen NO al regalo envenenado Nuclear.



Después de días de gran ajetreo político y social,los pueblos(Bermuy de Porreros, Fresno de Cantespino y Campo de San Pedro) que optaban como posibles candidatos a ser sede del cementerio nuclear se pronunciaron en un NO rotundo.El clamor popular se hizo oír,en medio de tanta información o mas bien desinformación,a hacer ver a la energía nuclear y sus residuos,como limpia y segura.




Manuel Lozano Ley va, catedrático de Física Nuclear, ve alarmado "la gran desinformación y propaganda" y cree que "es mejor que su instalación se aplace hasta que la gente se documente, pues tampoco es tan necesario".
El ATC funcionará 60 años y se encargará de los residuos de alta actividad: el 80% procede del combustible gastado en las centrales; el 13,4%, del re-proceso del combustible y el 6,6%, del desmantelamiento de centrales. En total, gestionará 6.700 toneladas de las centrales y 300 que retornarán de Francia, donde reposan los residuos de Vandellós I. Las instalaciones, además, son ampliables si es necesario.

España es el quinto país de la UE con más residuos por central, y las piscinas están al borde de la saturación (en Cofrentes y Ascó estarán llenas en 2013). De ahí la idea de centralizarlos como Japón, Francia, Suiza, Suecia, Alemania, el Reino Unido, Holanda o Rusia.

En el ATC el combustible se vitrifica, se inserta en un bidón de acero, se recubre con una capa de hormigón y se guarda en otro bidón de acero. "Nunca ha pasado nada", explica Lozano, "tampoco en el transporte, que se hace a 20 Km/h". En el ATC, los residuos van perdiendo radiactividad. Según el profesor, "los de vida más corta, el 90 % en 20 ó 30 años". Para entonces se espera que reprocesar, reciclar o transmutar el uranio sea rentable.

Carlos Bravo, responsable de Nucleares de Greenpeace, cree que el ATC no es tan inofensivo: "Si no, no harían falta compensaciones económicas y se pondría en las grandes capitales". Bravo, que denuncia "tratos a escondidas entre Enresa (Empresa Nacional de Residuos Radiactivos) y algunos alcaldes", sostiene que junto al almacén habrá un "reactor nuclear experimental", por lo que "los riesgos de accidentes se multiplicarán". Además considera que las emisiones rutinarias del ATC pueden "aumentar la probabilidad de padecer enfermedades cancerígenas". Varios estudios en Francia y Alemania apuntan en esa línea.

A día de hoy, Yebra (Guadalajara) se ha postulado.Ascó (Tarragona) lo decide hoy.

Acto de Solidaridad con Egunkaria en Madrid



A lo largo del día de ayer, 23 de enero, se celebró la Jornada de solidaridad con Egunkaria convocada por la plataforma madrileña de apoyo al periódico clausurado en 2003.

A las once de la mañana abrió sus puertas el Instituto de Enseñanza Secundaria Lope de Vega, en pleno barrio de Malañasa. Un centenar de personas acudió a la mesa redonda convocada por la mañana, en la que participaron una representante de la Plataforma de Madrid en Apoyo a Egunkaria, el periodista vasco Mariano Ferrer, la abogada Carmen Lamarca, el periodista y escritor Isaac Rosa y el ex-director de Egunkaria, y director de Berria, Martxelo Otamendi.

Joana García Drenzner, en nombre de la Plataforma, narró el proceso de constitución de la misma, en la que participan 28 organizaciones sociales y políticas, con la intención de “mostrar solidaridad con Egunkaria, responder a los ataques a la libertad de información y derecho a la información que su proceso supone y tratar de paralizar una sentencia que podría constituir un nefasto precedente judicial en esos ámbitos”. La Plataforma madrileña se ha encontrado, en palabras de su portavoz, ante numerosos obstáculos en la visibilización de un “apoyo legítimo y consciente”, entre los que se encuentran la denegación del permiso para la manifestación convocada en diciembre y el rechazo al recurso presentado ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid. “El acto de hoy constituye una victoria”, dijo la portavoz, “en la medida en que representa el triunfo de la organización colectiva para la defensa de la libertad de expresión”.

Mariano Ferrer centró su exposición en el contexto político-social en el que se produce el cierre de Egunkaria. En clave lingüística, Egunkaria representa el primer intento claro de poner en circulación un periódico íntegramente en euskera desde las experiencias del Euskal Herriko Gazeta de 1848 y el Eguna, promovido por el gobierno vasco entre enero y junio de 1937. Esto es posible, señaló, gracias al abaratamiento de costes por la autoedición, a la unificación promovida por el batua, a la generación de grupos de promoción del euskera, a la apertura al mismo por parte de las instituciones vascas y a la aparición de una generación de periodistas euskaldunizados.

En cuanto al contexto político, Ferrer señaló como punto de inflexión de una ofensiva político-judicial el año 1997, con el asesinato de Miguel Ángel Blanco. Con el fin de la tregua de ETA, Garzón inicia diligencias sobre vinculaciones financieras del grupo armado que suponen el cierre de Egin, al tiempo que se fragua el pacto constitucionalista como reacción al avance electoral de la izquierda abertzale en las municipales del 99 y a la rearticulación nacionalista en torno al Pacto de Lizarra. En enero de 2002, en un artículo publicado en prensa, Garzón expone la “doctrina del entorno”: “el movimiento independentista vasco, en su más amplio sentido -organizaciones, empresas, medios de comunicación o grupos populares, está impulsados o controlados por ETA”, lo que de facto supone en los años siguientes la ilegalización de formaciones políticas, el pacto que las expulsa de los ayuntamientos, el cierre de medios y empresas, macro-procesos como el 18/98 y + y la criminalización de organizaciones populares. Es en ese contexto en el que se produce el cierre de Egunkaria. Frente a las interpretaciones hegemónicas que señalan la reactivación de un Estado de Derecho que protege a sus ciudadanos, o versiones peculiares en las que el proceso contra el periódico no obedece más que a una pugna de “celo y celos” entre cuerpos y fuerzas de seguridad, el periodista señala una tendencia conducente a estigmatizar a la izquierda abertzale en torno a tres instrumentos: la criminalización colectiva (“todo es ETA”), la construcción jurídica de un estado de excepción no declarado y una orquestación mediática que convierte en demanda social una línea política definida por el Estado.

Carmen Lamarca se centró en el análisis crítico del proceso penal contra Egunkaria, señalando la difuminación entre las fronteras jurídicas y políticas en la definición del término terrorismo: “Terrorista es siempre el enemigo -Guantánamo es un buen ejemplo de esto- y se aplica a fenómenos de muy distinta naturaleza”. La jurista señaló la laxitud en la acusación contra Egunkaria, en la que no es posible determinar si el medio es fundado por ETA, aporta financiación a ETA, es dirigido por ETA o es financiado por la misma. No en vano, la propia fiscalía renuncia a personarse en el proceso, siendo la acusación dirigida por dos asociaciones: la AVT y Dignidad y Justicia.

Las “pruebas” aportadas en el proceso tratan de fundamentar los cargos en la existencia de documentos de ETA en los que se habla de Egunkaria como algo ajeno a la organización, como bien señala la Guardia Civil; sin embargo, y contra todo pronóstico, esa es precisamente la base de la acusación: Egunkaria está controlada por ETA porque así lo reconoce la organización, hecho que no se ha producido, o Egunkaria es de ETA precisamente porque no lo reconoce, para disimular. Al mismo tiempo, se trata de demostrar que la dirección del periódico es designada por ETA, a pesar de que en esos mismos documentos demuestran no conocer al director. Lamarca volvió a denunciar la doctrina por la cual la “integración en banda armada se produce por coincidencia con los fines ideológicos de una organización ilícita”, en la medida en que, entiende, sólo sirve para que “el Estado democrático difumine las fronteras entre terrorismo y disidencia”. La jurista terminó su exposición señalando que “en el caso Egunkaria sólo cabe una absolución si queremos que justicia y Derecho caminen de la misma mano”.

Por su parte, el periodista y escritor Isaac Rosa comenzó su exposición señalando el amplio calado de la “teoría del entorno” en la opinión pública: “Por el hecho de estar hoy aquí sentados, acabaremos siendo parte del entorno del entorno, o del entorno del entorno del entorno; nosotros como sospechosos, y ustedes como infectados”. Centrando su ponencia en el tratamiento informativo recibido por el caso Egunkaria, destacó la existencia de una condena mediática previa que ha generado “daños irreparables que no limpia ya ninguna absolución”, como tampoco podrá hacerlo sobre las torturas denunciadas por los detenidos, las fianzas aportadas, los costes económicos del proceso, el cierre del periódico y el consiguiente daño a lectores, trabajadores y accionistas y el “ataque evidente a los derechos y libertades de todos”. Rosa señaló la existencia de un perfecto relato periodístico funcional al trabajo de la Audiencia Nacional, y denunció la “vergonzosa actitud de periodistas” que no se atrevieron a alzar su voz contra el linchamiento del que estaba siendo objeto Egunkaria, con notables excepciones, entre las que destacó al fallecido Javier Ortiz, con cuyo artículo “El comunicado conjunto” terminó su exposición. “Hoy ya no basta con la absolución, hace falta reparación, hace falta justicia”, señaló el periodista.

Por último, intervino el ex-director de Egunkaria, Martxelo Otamendi, procesado en la causa que se desarrolla estos días en Madrid. Comenzó relatando los orígenes del proyecto, fundado en 1990 a partir de la iniciativa de 75 intelectuales vascos que intentan impulsar un medio escrito íntegramente en euskera, para lo que se inicia una suscripción popular que recoge en poco tiempo 130 millones de las antiguas pesetas. Egunkaria será al cabo de unos años el “primer diario para el 60% de los compradores”, hecho relativamente sorprendente en el difícil tránsito a la lectura en una lengua minorizada. Egunkaria no fue objeto nunca de demandas, con la excepción de dos procesos iniciados a instancias de la fiscalía general del Estado por tres entrevistas realizadas a ETA: “Yo siempre decía que era el único vasco que había salido de la Audiencia no con un auto favorable, sino con dos”, señaló Otamendi.

Haciendo gala de un extraordinario sentido del humor, Otamendi relató su detención el 20 de febrero de 2003: “Para los que siempre piensan, cuando lo ven por la tele, que en las cajas de un registro se llevan mechas y bombas en las cajas, quiero dejar claro que de mi casa sólo se llevaron dos libros -”uno de la conocida teórica de la izquierda abertzale Pilar Urbano y otro de Bernardo Atxaga, Los vascos y las ballenas”-, una alubia de plata entregada por la Cofradía de Tolosa, una foto del obispo de Bilbao, Monseñor Palacio, que guardaba en un cajón y un autógrafo de Aytorn Sena, que, por cierto, nunca me devolvieron”. El tono necesariamente cambia cuando llega al espeluznante relato de las torturas recibidas en dependencias policiales durante los cinco días de incomunicación, denunciadas ante el juez Del Olmo y cuestionadas ampliamente en la prensa de tirada nacional. Otamendi, pese a todo, se muestra optimista ante el desarrollo de las vistas que de desarrollan estos días en la Audiencia Nacional, aunque destaca el “sufrimiento acumulado durante 7 años”, sólo aliviado, señaló “por estas muestras de solidaridad recibida”.

A medio día, tuvo lugar una comida en el recientemente okupado Patio Maravillas, en la calle del Pez, a la que asistieron un centenar de personas, y por la tarde continuó el acto, en el que hubo lecturas de saludos por parte de personalidades del mundo de la cultura, la comunicación y la universidad, como Belén Gopegi, Carlos Taibo, Carlos Tena, Pascual Serrano, Carlo Frabetti, Carlos Fernández Liria, Manuel Blanco Chivite, y Santiago Alba, entre otros. Los actos se prolongaron hasta las ocho de la tarde, con actuaciones del cantautor Jose María Alfaya, una obra de teatro por parte de Los Hijos del Pisto, y un espectáculo de hip-hop a cargo de Varon & Friends.

Web de la Plataforma de Madrid en Apoyo a Egunkaria: www.nodo50.org/madridegunkaria

Fuente: Centro de Medios


http://www.nodo50.org/Acto-de-Solidaridad-con-Egunkaria,2595.html

lunes, 25 de enero de 2010

Haití: La maldición blanca; un artículo de Eduardo Galeano,



El primer día de este año, la libertad cumplió dos siglos de vida en el mundo. Nadie se enteró, o casi nadie. Pocos días después, el país del cumpleaños, Haití, pasó a ocupar algún espacio en los medios de comunicación; pero no por el aniversario de la libertad universal, sino porque se desató allí un baño de sangre que acabó volteando al presidente Préval.

Haití fue el primer país donde se abolió la esclavitud. Sin embargo, las enciclopedias más difundidas y casi todos los textos de educación atribuyen a Inglaterra ese histórico honor.

Es verdad que un buen día cambió de opinión el imperio que había sido campeón mundial del tráfico negrero; pero la abolición británica ocurrió en 1807, tres años después de la revolución haitiana, y resultó tan poco convincente que en 1832 Inglaterra tuvo que volver a prohibir la esclavitud.

Nada tiene de nuevo el ninguneo de Haití. Desde hace dos siglos, sufre desprecio y castigo. Thomas Jefferson, prócer de la libertad y propietario de esclavos, advertía que de Haití provenía el mal ejemplo; y decía que había que “confinar la peste en esa isla”. Su país lo escuchó. Los Estados Unidos demoraron sesenta años en otorgar reconocimiento diplomático a la más libre de las naciones.

Mientras tanto, en Brasil, se llamaba haitianismo al desorden y a la violencia. Los dueños de los brazos negros se salvaron del haitianismo hasta 1888. Ese año, el Brasil abolió la esclavitud. Fue el último país en el mundo.

Haití ha vuelto a ser un país invisible, hasta la próxima carnicería. Mientras estuvo en las pantallas y en las páginas, a principios de este año, los medios trasmitieron confusión y violencia y confirmaron que los haitianos han nacido para hacer bien el mal y para hacer mal el bien.

Desde la revolución para acá, Haití sólo ha sido capaz de ofrecer tragedias. Era una colonia próspera y feliz y ahora es la nación más pobre del hemisferio occidental. Las revoluciones, concluyeron algunos especialistas, conducen al abismo. Y algunos dijeron, y otros sugirieron, que la tendencia haitiana al fratricidio proviene de la salvaje herencia que viene del África.

El mandato de los ancestros. La maldición negra, que empuja al crimen y al caos. De la maldición blanca, no se habló.

La Revolución Francesa había eliminado la esclavitud, pero Napoleón la había resucitado: –¿Cuál ha sido el régimen más próspero para las colonias? El anterior. Pues, que se restablezca–. Y, para reimplantar la esclavitud en Haití, envió más de cincuenta naves llenas de soldados. Los negros alzados vencieron a Francia y conquistaron la independencia nacional y la liberación de los esclavos. En 1804, heredaron una tierra arrasada por las devastadoras plantaciones de caña de azúcar y un país quemado por la guerra feroz. Y heredaron “la deuda francesa”. Francia cobró cara la humillación infligida a Napoleón Bonaparte.

A poco de nacer, Haití tuvo que comprometerse a pagar una indemnización gigantesca, por el daño que había hecho liberándose. Esa expiación del pecado de la libertad le costó 150 millones de francos oro. El nuevo país nació estrangulado por esa soga atada al pescuezo: una fortuna que actualmente equivaldría a 21,700 millones de dólares o a 44 presupuestos totales del Haití de nuestros días. Mucho más de un siglo llevó el pago de la deuda, que los intereses de usura iban multiplicando. En 1938 se cumplió, por fin, la redención final. Para entonces, ya Haití pertenecía a los bancos de los Estados Unidos.

A cambio de ese dineral, Francia reconoció oficialmente a la nueva nación. Ningún otro país la reconoció. Haití había nacido condenada a la soledad. Tampoco Simón Bolívar la reconoció, aunque le debía todo. Barcos, armas y soldados le había dado Haití en 1816, cuando Bolívar llegó a la isla, derrotado, y pidió amparo y ayuda. Todo le dio Haití, con la sola condición de que liberara a los esclavos, una idea que hasta entonces no se le había ocurrido. Después, el prócer triunfó en su guerra de independencia y expresó su gratitud enviando a Port-au-Prince una espada de regalo. De reconocimiento, ni hablar. En realidad, las colonias españolas que habían pasado a ser países independientes seguían teniendo esclavos, aunque algunas tuvieran, además, leyes que lo prohibían. Bolívar dictó la suya en 1821, pero la realidad no se dio por enterada. Treinta años después, en 1851, Colombia abolió la esclavitud; y Venezuela en 1854.

En 1915, los marines desembarcaron en Haití. Se quedaron diecinueve años. Lo primero que hicieron fue ocupar la aduana y la oficina de recaudación de impuestos. El ejército de ocupación retuvo el salario del presidente haitiano hasta que se resignó a firmar la liquidación del Banco de la Nación, que se convirtió en sucursal del Citibank de Nueva York.

El presidente y todos los demás negros tenían la entrada prohibida en los hoteles, restoranes y clubes exclusivos del poder extranjero. Los ocupantes no se atrevieron a restablecer la esclavitud, pero impusieron el trabajo forzado para las obras públicas. Y mataron mucho.

No fue fácil apagar los fuegos de la resistencia. El jefe guerrillero, Charlemagne Péralte, clavado en cruz contra una puerta, fue exhibido, para escarmiento, en la plaza pública. La misión civilizadora concluyó en 1934. Los ocupantes se retiraron dejando en su lugar una Guardia Nacional, fabricada por ellos, para exterminar cualquier posible asomo de democracia.

Lo mismo hicieron en Nicaragua y en la República Dominicana. Algún tiempo después, Duvalier fue el equivalente haitiano de Somoza y de Trujillo.

Y así, de dictadura en dictadura, de promesa en traición, se fueron sumando las desventuras y los años. Aristide, el cura rebelde, llegó a la presidencia en 1991. Duró pocos meses. El gobierno de los Estados Unidos ayudó a derribarlo, se lo llevó, lo sometió a tratamiento y una vez reciclado lo devolvió, en brazos de los marines, a la presidencia. Y otra vez ayudó a derribarlo, en este año 2004, y otra vez hubo matanza. Y otra vez volvieron los marines, que siempre regresan, como la gripe. Pero los expertos internacionales son mucho más devastadores que las tropas invasoras.

País sumiso a las órdenes del Banco Mundial y del Fondo Monetario, Haití había obedecido sus instrucciones sin chistar. Le pagaron negándole el pan y la sal. Le congelaron los créditos, a pesar de que había desmantelado el Estado y había liquidado todos los aranceles y subsidios que protegían la producción nacional. Los campesinos cultivadores de arroz, que eran la mayoría, se convirtieron en mendigos o balseros. Muchos han ido y siguen yendo a parar a las profundidades del mar Caribe, pero esos náufragos no son cubanos y raras veces aparecen en los diarios. Ahora Haití importa todo su arroz desde los Estados Unidos, donde los expertos internacionales, que son gente bastante distraída, se han olvidado de prohibir los aranceles y subsidios que protegen la producción nacional.

En la frontera donde termina la República Dominicana y empieza Haití, hay un gran cartel que advierte: El mal paso. Al otro lado, está el infierno negro. Sangre y hambre, miseria, pestes. En ese infierno tan temido, todos son escultores. Los haitianos tienen la costumbre de recoger latas y fierros viejos y con antigua maestría, recortando y martillando, sus manos crean maravillas que se ofrecen en los mercados populares. Haití es un país arrojado al basural, por eterno castigo de su dignidad. Allí yace, como si fuera chatarra. Espera las manos de su gente.

Eduardo Galeano

http://www.insurgente.org/modules.php?name=News&file=article&sid=19082

martes, 19 de enero de 2010

Plataforma de Madrid en apoyo a egunkaria.


http://www.nodo50.org/madridegunkaria/

Censura a canales anarquistas en YOUTUBE



Extraido de http://www.otromadrid.org/articulo/9026/censura-canales-anarquistas-youtube/

Todo empieza con la recategorización de los vídeos y continúa con la anulación del contador de visitas y comentarios, hasta cerrar las cuentas de los usuarios. El motivo, entre otros, el ingreso de las corporaciones como la Disney al sitio de vídeos para promocionar sus canales y películas.

La observación de que había comenzado una lenta y pero eficaz censura en el sitio YouTube a vídeos anarquistas, se hizo notar por los usuarios, al comentar sus situaciones personales en distintos blogs anarcos. A partir de que tomaron conciencia de que no era un caso aislado, surgió un debate sobre si se debe seguir usando los mismos canales que generan el sistema o crear nuevos y propios medios de difusión.

La discusión no tiene un solo punto de vista. Si bien la gran mayoría esta a favor de crear medios propios, muchos reconocen el potencial de páginas como YouTube, por el potencial de difusión que tienen sus vídeos y la gran cantidad de visitas y comentarios que reciben sus canales.

Es cierto que existen otras páginas para difundir vídeos de las luchas anarquistas entre la población, pero ninguno con el potencial de la página de vídeos de Google.

Lo cierto es que el medio esta en plena renovación para hacer lugar a las grandes corporaciones, las cuales le proporcionarían un gran caudal de divisas a la compañía. Está piensa achicar el número de visitas como así también de comentarios y canales para hacerle lugar a las grandes productoras de Holywood, con el objetivo de que puedan alquilar sus películas vía la red.

A continuación. La pagina del blog anarquista y un vídeo que explica el sutil modo de censura.

http://www.alasbarricadas.org/forums/viewtopic.php?f=7&t=44450

http://www.youtube.com/watch?v=dgqmqY0n6Bs&feature=player_embedded

Ver También:


* http://www.tercerainformacion.es/spip.php?article12075

miércoles, 13 de enero de 2010

America Freedom to Fascism, Subtitulado en Español



El productor Aaron Russo se embarca en un viaje a traves
de su pai­s en busca de la legislacion especi­fica ... que obliga
a los ciudadanos de EEUU a pagar el impuesto sobre la renta.
Esta película que no es ni de izquierdas ni de derechas es en
realidad un examen exahustivo al gobierno. Expone la erosion
de las libertades civiles en EEUU que comenzo en 1913 con la
creacion del fraudulento sistema de la Reserva Federal, y lo
hace mediante entrevistas a Congresistas, antiguos comisionados
del IRS (fisco), ex-agentes del IRS y FBI, asesores de impuestos
y escritores. Russo ata los cabos existentes entre la creacion del
dinero, el impuesto sobre la renta federal, y la tarjeta nacional de
identidad, que se convierte el ley en mayo del 2008 (DNI digital).
Este documental demuestra con gran detalle el inegable hecho de
que EEUU esta convirtiendose en un estado policial. Agradecimienos
a Ob2, por la subtitulacion y a Concienciame Subtitulos por los medios.
Mas informacion en la URL y en Rafapal.com Pagina Oficial: http://www.freedomtofascism.com/
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viernes, 8 de enero de 2010

Proyección global del documental ’To Shoot an Elephant’ contra la guerra y por la desmilitarización de Palestina



Cuando se cumple un año de la operación “Plomo Fundido” en la que el ejército israelí realizó bombardeos masivos sobre la franja de Gaza, desde el Foro Social de Segovia queremos animaros a participar en una acción global contra la guerra y la militarización de Palestina, una acción que, tomando como herramienta la proyección descentralizada a nivel mundial de un documental grabado in situ durante los bombardeos, To shoot an elephant, sirva para potenciar la lucha popular, noviolenta y desobediente en favor de una Palestina libre y desmilitarizada, en la que todas las personas disfruten de igualdad de derechos (civiles, políticos, sociales y culturales) y acceso a los recursos (tierra, agua, salud ...), independientemente de su origen étnico o religioso. La proyección mundial de To shoot an elephant es una muestra más de que es posible la movilización mundial en favor del pueblo palestino, de que es posible romper, desde iniciativas de base, el bloqueo informativo que pretende imponer el estado israelí y los mass media en torno a sus violaciones masivas de derechos humanos y a las iniciativas populares que se salen de la lógica bélica y militarista. Es un ejemplo, al mismo tiempo, de que es posible difundir las producciones culturales al margen de la lógica del mercado, del copyright y del enriquecimiento a costa del patrimonio común.


Sumándonos a este Global Screening Day for Gaza, desde el Foro Socia de Segova queremos
Denunciar los aspectos más crueles de la guerra, ya que To Shoot an Elephant es, fundamentalmente, una crónica de la guerra grabada en su mismo corazón, desde el infierno de una existencia marcada por la incertidumbre, el sufrimiento y la impotencia de verse cotidianamente bajo la mortífera lotería de las bombas. Una existencia en la que actividades tan básicas como dormir en la propia casa, hacer la compra, cultivar la tierra, jugar en la calle o enterrar a familiares pueden suponer la muerte.
Establecer comunicación con los miles de hombres y mujeres que sobreviven bajo las bombas, convirtiendo el dolor y la rabia en un ejercicio permanente de solidaridad, de resistencia, de dignidad y también de libertad. Al fin y al cabo, To shoot an Elephant es un documental de guerra que nos muestra cómo vive quien no hace la guerra, sino quien la sufre, y cómo ese sufrimiento da pie a una resistencia basada en la solidaridad, siendo buen ejemplo de ello el personal de la Media Luna Roja. Difundir el trabajo de miles de personas que luchan contra la guerra y el apartheid sionista desde la desobediencia civil y la acción directa noviolenta. El ISM (International Solidarity Movement) es una de esas redes, normalmente silenciadas por los mass media, en la que llevan trabajando durante años hombres y mujeres palestinas, israelíes y de todo el mundo en acciones directas, arriesgando y a veces perdiendo la vida ante los bulldozers que derriban viviendas, en los check points o frente al muro de Cisjordania. Impulsar, desde la autogestión y la movilización global, una campaña mundial de presión para interrumpir la venta de armas a Israel y poner en práctica la no colaboración y el boicot a las estructuras políticas y administrativas de un estado, el israelí, basado en la segregación y la limpieza étnica. Por todo esto, desde el Foro Social de Segovia animaros a difundir esta convocatoria es lo minimo que podemos hacer en homanaje al pueblo Palestino.
Además, os animamos a que hagáis públicas esas proyecciones a través de la web (www.toshootanelephant.com), de manera que entre tod@s podamos llenar el mapamundi de toda una red de espejos que trasmitan y reflejen estas imágenes de dignidad y resistencia.
más información: www.toshootanelephant.com


El 18 de Enero a las 19 horas en el centro Cultural de San Jose proyección de la película "To Shoot an Elephant", de Alberto Arce y Mohammad Rujailah

Entrada libre hasta completar aforo.

Organiza: Foro Social

http://forosocialsg.blogspot.com/2010/01/proyeccion-global-del-documental-to.html

Entrevisata a ALBERTO ARCE,
en Hernani en el mayo de 2009













jueves, 7 de enero de 2010

Reunión preparatoria de un Acto de apoyo en Madrid al periódico Egunkaria.



Como sabréis, el pasado 15 de diciembre comenzó en la
Audiencia Nacional la vista oral del proceso por el cierre del
periódico vasco Egunkaria, y contra 5 de sus directivos. La
irregularidades del caso han hecho que la propia fiscalía
retirase la acusación, y de hecho no realiza preguntas.

Conocerás también que, mientras que en Bilbao, Barcelona
y Zaragoza se manifestaron miles de ciudadanos para pedir
el archivo del caso y la absolución de los encausados, en
Madrid la Delegación del Gobierno y el Tribunal Superior de
Justicia prohibieron una manifestación por el mismo objetivo.

Pero en Madrid somos muchas organizaciones y personas
que pensamos que este proceso es un verdadero atropello a
la libertad de expresión, y por eso estamos organizando un
acto de apoyo y solidaridad, pues el resultado del juicio nos
va afectar a todos y todas en el futuro.

Queremos que vuestra organización tenga una participación
activa en la preparación, difusión y éxito de este acto que
tendrá lugar a lo largo de todo el sábado 23 de enero.

Por ello te convocamos el miércoles 13 de enero, a las 19h,
en el CAUM (Pl Tirso de Molina 8, 1º), a una reunión en la
que completaremos el cartel del acto con las intervenciones
de periodistas, juristas y representantes del mundo de la
cultura que vayan a participar a lo largo del día.

En la web abajo señalada puedes encontrar más información,
y firmar, si no lo has hecho todavía, el manifiesto de apoyo.

Madrid 4 de enero de 2010
Plataforma en Madrid en apoyo a Egunkaria

madridegunkaria@nodo50.org
http://www.nodo50.org/madridegunkaria

martes, 5 de enero de 2010

La demofascia española

Pedro Antonio Honrubia Hurtado | Para Kaos en la Red
Han pasado ya más de treinta años de la muerte del dictador, pero, hoy como ayer, seguimos siendo muchos millones los ciudadanos del Estado Español los que seguimos buscando la democracia en el Estado

Democracia, bonita palabra. Dulce melodía que por tantos años llenó de esperanza los sueños de millones de ciudadanos del Estado español, cansados y hastiados de vivir bajo el yugo del fascismo. Aroma celestial que impulsara la lucha clandestina de varias generaciones de valientes guerreros anti-fascistas alzados contra la tiranía del nacional-catolicismo. Comunistas, socialistas, liberales, nacionalistas, republicanos, federalistas, independentistas, internacionalistas, todos juntos, aunque no revueltos, bajo una misma aspiración común: acabar con el régimen franquista, traer la libertad, instaurar la democracia.

Han pasado ya más de treinta años de la muerte del dictador, pero, hoy como ayer, seguimos siendo muchos millones los ciudadanos del Estado Español que seguimos soñando con ver alguna vez una verdadera democracia en estas tierras, aunque solo sea, como es mi caso, como paso previo para alcanzar la independencia de nuestras naciones.

Otros no, otros creen en España, creen en la convivencia pacífica y solidaria entre los pueblos y naciones que la conforman actualmente, creen en la democracia española como fuente de cohesión real para el Estado del cual se sienten formar parte en cuerpo y alma: por las leyes físicas y la biología, y por las leyes no escritas de la ideología.

No importa de qué lado estemos o para qué busquemos la democracia, no importa si es por intereses globales, o por fines particulares, si es por horizontes independentistas, o por metas federalistas. No importa si simplemente se quiere la democracia por una pura cuestión moral, por una mera cuestión de coherencia ideológica con los sueños de libertad que tanta sangre costaron a millones de nuestros antepasados, independientemente de las fronteras, las banderas, las naciones o las patrias que defendamos. Todo ello poco importa en realidad: la cuestión fundamental es que seguimos siendo millones quienes, caída supuestamente la dictadura anterior, buscamos la democracia aquí en España, y no la encontramos. Encontramos simplemente otra dictadura, la dictadura del capital, la dictadura de un Estado represor que niega los derechos de los pueblos y reprime por sistema a quienes se alzan para defenderlos, que niega la justicia social y criminaliza todo aquello cuanto lucha por alcanzarla.

Democracia: poder del pueblo. Democracia: separación de poderes. Democracia: igualdad de todos los ciudadanos ante la ley. Democracia: garantías para la defensa de los derechos y libertades fundamentales de los ciudadanos. Democracia: respeto a los derechos humanos. Democracia: respeto a la voluntad de los ciudadanos. Democracia: respeto por la pluralidad y la diversidad cultural y política. Todo esto es necesariamente la democracia. La democracia no es solo tener una constitución que garantice las libertades individuales, ni dar cada cuatro años a los ciudadanos el derecho a votar por los mismos ladrones de siempre. Tampoco es simplemente tener un sistema de garantías jurídicas que haya quedado escrito negro sobre blanco. La democracia es tener eso, sí, por supuesto, pero no para adornar las estanterías de los más lujosos armarios ubicados en los lugares más señalados de las instituciones del Estado. La democracia es mucho más: es tener todo eso para poder aplicarlo en favor de los derechos y la voluntad del pueblo, en favor de la igualdad de oportunidades y el escrupuloso respeto a la ley, que a su vez debe guardar un escrupuloso respeto a los derechos humanos, así como a los derechos colectivos de los pueblos. En España, por desgracia, hoy tenemos de lo primero, pero no tenemos de lo segundo. Hay orden constitucional, hay estado de derecho, hay garantías judiciales y respeto por las libertades según los textos que nos rigen, pero sigue sin haber democracia, simple y llanamente porque estos textos, o bien son injustos, o bien se incumplen sistemáticamente en connivencia con y al amparo de los propios poderes del Estado.

¿Qué igualdad de todos los ciudadanos ante la ley es esa que nos hace diferentes por nacimiento, según seamos o no herederos a la corona de España?, ¿Qué principio democrático es ese que da la jefatura del Estado a una persona solo por nacer dentro de una determinada familia? Esto es algo tan evidente, tan flagrante, que sobra añadir todo comentario más al respecto. Ninguna verdadera democracia puede consentir que la más alta instancia del Estado sea producto de una herencia familiar. Quién defienda lo contrario, ni es demócrata, ni podrá serlo nunca, simplemente porque no conoce el significado, el calado y la amplitud política que implican la misma palabra Democracia.

¿Qué poder tiene un pueblo cuya participación política se limita a votar una vez cada cuatro años? ¿Qué poder tiene un pueblo que no puede decidir sobre la participación de su Estado en una guerra, o que no puede tomar una decisión vinculante sobre la ratificación de los tratados internacionales que son firmados de manera unilateral por sus dirigentes? ¿Qué poder tiene un pueblo cuyas iniciativas populares no tienen por sí solas capacitación alguna para ser tomadas en cuenta con rango de ley? ¿Qué poder tiene un pueblo que no puede revocar a sus mandatarios en mitad de una legislatura si tales mandatarios no cumplen con lo prometido en campaña electoral? Ninguno. Un poder meramente aparente. Un poder limitado al voto cada cuatro años, pero nada más que eso. Ese el poder popular existente en la Democracia española.

Y qué decir de la separación de poderes. Lo hemos visto claramente en el máximo órgano de la legalidad española: el Tribunal Constitucional. Actualmente este tribunal tiene sobre la mesa las principales leyes aprobadas por el gobierno de ZP durante la legislatura anterior. El estatuto catalán, la ley de matrimonios homosexuales, y otras sobre las que ya falló no hace mucho como la ley de paridad, es decir, por ahí han pasado prácticamente todas aquellas leyes que el gobierno de ZP y su grupo parlamentario aprobaron durante la legislatura anterior sin contar con el respaldo del Partido Popular. Y ahí que llegó precisamente la guerra. Recusaciones de un lado y del otro, una tras otra. Una batalla pública por controlar el funcionamiento del tribunal, donde ambas partes tratan de imponer su mayoría en la sala de deliberaciones, de ahí las recusaciones. Idas y venidas, hoy mandan los conservadores y mañana, previa recusación, los progresistas. Luego a la inversa. Eso es lo que hemos visto en los últimos años en España. Incluso una de las partes en cuestión no tuvo problema alguno a la hora de presentar pruebas falsas en uno de los procesos de recusación abierto, pruebas sacadas de un diario amigo. No importa si con eso se hizo un ridículo sin parangón en la historia constitucional de España, o si se puso en peligro el propio funcionamiento del tribunal, y con ello de la credibilidad del Estado entero que tanto dicen defender, lo que importaba era el poder, el cargo, la mayoría. Así, si unos imponen su mayoría en el tribunal, las leyes recurridas serán declaradas anti-constitucionales. Si lo hacen los otros, saldrán adelante. Así funciona la justicia democrática española. Pero ¿qué división de poderes es esa donde la legalidad constitucional de una ley no depende de su contenido jurídico sino del número de jueces posicionados a favor o en contra de un determinado partido político? Al parecer, en España una ley puede ser o no constitucional según haya o no una mayoría suficiente de jueces en el tribunal constitucional que estén cercanos a un determinado partido político u otro a la hora de deliberar sobre el recurso contra ella planteado. Lo de menos es si la ley es constitucional o no por su contenido, lo será o no según haya una u otra mayoría de jueces conservadores o progresistas en el tribunal. Un cachondeo. Y así se las gastan. Unos cuantos años después, se sigue esperando la sentencia del Constitucional sobre el Estatuto de Cataluña, entre otras muchas cosas.

Y cómo olvidar el uso político que se hace de los tribunales para reprimir y oprimir a quienes osan levantar su voz contra el Estado, contra sus intereses o contra aquellas personas que lo representan. Vemos constantemente como la justicia española es utilizada por el Estado para encarcelar grupos de inocentes, condenados solo por ser vascos, de izquierdas e independentistas. Paradojas tan bruscas como que militantes pacifistas sean condenados por formar parte de una organización terrorista, eso es lo que hemos tenido que soportar estoicamente año tras año desde que la doctrina oficial del ordenamiento jurídico español respecto de la Izquierda Abertzale pasase a ser el “Todo es ETA” . “Son las entrañas de ETA” nos han dicho, como si en nombre de la lucha contra ETA valiese todo, incluso la condena de inocentes, sin pruebas ni fundamentación jurídica alguna para condenarlos por las acusaciones que se les imputan.

Pero hay muchos más ejemplos, y en muchos otros niveles. Condenas políticas contra la libertad de expresión por caricaturizar a los príncipes o quemar fotos del rey, mientras quienes queman la foto de Carod Rovira o Ibarretxe, o quienes caricaturizan la figura de Mahoma, no sufren cohibición alguna de parte de la ley, todo lo contrario. Condenas por luchar contra las injusticias del sistema. Represión sindical. El caso de Cándido y Morala, el caso de los sindicalistas sevillanos, los centenares de casos que se dan dentro de las empresas españolas y que son amparados por sentencias judiciales, es algo prácticamente diario, y que a nadie que se mueva en ambientes de izquierdas en este estado debe sorprenderle, aunque sean sistemáticamente silenciados por los grandes medios de (des) comunicación.

La libertad de expresión, la libertad de organización, la libertad de asociación y de manifestación, la libertad de participación política, el respeto a la pluralidad y la diversidad ideológica, tampoco son reales en este Estado. Ya he mencionado antes como la justicia ha actuado contra quienes han osado levantar su voz contra la monarquía (eso sí, a Iñaki Anasagasti o Federico Jiménez Losantos ni los han mirado, solo quienes osan hacerlo desde la izquierda). Publicaciones secuestradas y jóvenes multados y perseguidos. Se puede quemar una foto de Carod Rovira, pero no una foto del Rey. Se puede caricaturizar a Mahoma en nombre de la libertad de expresión, pero no a los príncipes follando. Esa es la libertad de expresión de la democracia española.

Partidos políticos que se ilegalizan, asociaciones juveniles que se criminalizan, manifestaciones que se rechazan por ley y son reprimidas por las fuerzas de seguridad del Estado, diarios que se cierran, ciudadanos a los que se les impide votar por la opción política que defienden en libertad, dirigentes políticos que son juzgados por reunirse con otros dirigentes, militantes que son encarcelados por convocar actos en nombre de su partido. Eso sí, solo en el caso de ser parte de la izquierda abertzale o próximos a la izquierda anti-sistema, nada más. A las organizaciones fascistas no se las reprime, no se prohíben sus actos, ni se persigue a sus dirigentes, ni se ilegaliza a sus partidos, ni se encarcela a los dirigentes políticos de otros partidos que osen reunirse con ellos. Para estos si existen las libertades que a otros les niegan con la excusa de su vinculación con la violencia. ¡Cómo si el fascismo en sí mismo no fuera ya suficientemente razón como para vincular a los grupos de extrema derecha con la violencia! Pero claro, estos ni cuestionan al estado, ni atacan al rey que fue nombrado por su añorado dictador, ni, y esto es lo que de verdad importa, atacan al sistema. Ya me explicarán ustedes qué democracia es esa que ilegaliza las ideas políticas de unos, mientras permite que otros actúen con impunidad aun cuando las razones que se argumentan para actuar contra los primeros serían a todas luces aplicables para actuar contra los segundos. ¿Qué democracia es esa que está al servicio de la defensa de los intereses del Estado, aunque para ello haya que pasar por encima de los derechos y libertades de las personas que lo cuestionan?

Tampoco es moco de pavo el asunto de los Derechos Humanos. Por ejemplo, con asuntos relacionados con el trato que se le da a los inmigrantes por parte de funcionarios y autoridades del estado. En 2005 Amnistía Internacional denunció las «violaciones sistemáticas de la integridad física y los Derechos Humanos de los inmigrantes», tras un periodo de análisis sobre el trato que se le da a estos seres humanos en las ciudades de Ceuta y Melilla, asegurando que «muchas de las heridas y fracturas» que presentan los sin papeles son consecuencia de «un uso desproporcionado de la fuerza por parte de los agentes encargados de hacer que se cumpla la ley; que hirieron y mataron a personas que trataban de cruzar la valla».

Mención especial, por supuesto, merece en este punto la actuación de los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado en relación con el asunto de las torturas. No hay año que Amnistía Internacional -entre otros organismos- no las denuncie. Y no nos estamos refiriendo solo al grave e histórico asunto de las torturas contra los militantes de la Izquierda Abertzale detenidos. Hablamos de las torturas y los malos tratos de los cuerpos y fuerzas de seguridad en general. Hablamos de las denuncias a las policías locales, a las autonómicas, a la policía nacional y a la Guardia Civil, a todos ellos, sin excepción. Casos como el de la policía local de Torrevieja, la policía local de Marbella, la policía local del Granada, la comisaría de Les Corts de la policía autonómica catalana, el cuartel de la Guardia Civil de Roquetas, y tantos otros que periódicamente van saliendo a la luz, en muchas ocasiones motivados por razones ideológicas (izquierda abertzale, manifestantes anti-globalización detenidos, etc.) o por razones xenófobas (desde 1995, AI ha documentado 320 casos de este tipo sólo en España). Sin embargo, la mayoría de las denuncias relacionadas con este asunto acaban perdiéndose en los juzgados sin llegar a ningún sitio, bien por falta de pruebas, bien por el desinterés de los órganos judiciales pertinentes. Son apenas un 10% de las denuncias presentadas las que acaban con una sentencia condenatoria contra el agresor, las más de las veces de corto alcance y escasa capacidad disuasoria. ¿Qué democracia es esta que no aplica contra aquellos de sus funcionarios que incumplen los derechos humanos todos el peso de la ley que sí se aplica en casos donde el que es atentado en sus derechos es el Estado o sus intereses?, ¿Qué democracia es esa que da vía libre para actuar impunemente a quienes detentan el monopolio de la violencia?

Finalmente, analicemos la situación de los derechos de los pueblos y naciones que conforman España, centrándonos para ello en un único artículo de la constitución que es en sí mismo lo bastante significativo como para ahorrarnos una argumentación extensa en nuestra afán de demostrar el cariz anti-democrático que impregna al Estado en este asunto.

Es en el título preliminar de la Constitución Española donde se habla en un mismo artículo de la existencia de diversas nacionalidades en el Estado y de la indisolubilidad del mismo. “La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas” (Art. 2).

Es decir, según la constitución, España es un ente diverso pero indisoluble, ¿Eso cómo se traga?, ¿es España una idea Platónica tal vez?, ¿una entidad metafísica?

Aunque en la Constitución no se utilice expresamente el vocablo naciones, si buscamos en el diccionario el significado de la palabra nacionalidad, veremos que se define como una cualidad derivada de la nación, y por tanto, no se puede hablar de nacionalidades sin dar por sentado la existencia de naciones sobre las que sustentarse. Además, ya son varias las CCAA que recogen en sus estatutos la definición del territorio como una nación o una realidad nacional, ahondando aún más en esta diversidad de identidades nacionales que existe en España. Aún así, la Constitución habla de la indisolubilidad de la Nación Española, como, repetimos, si de una idea platónica o cualquier otro ente metafísico del estilo se tratase.

El derecho internacional reconoce a toda nación facultades para llevar cabo el control de su futuro sin más ataduras que la decisión libre y democrática de sus gentes, o, lo que es lo mismo, su legitimo derecho a la autodeterminación. Cuando la constitución española habla de nacionalidades pero a su vez no recoge el derecho de estas a ser dueñas exclusivas de su futuro político, incurre en una grave omisión de la legalidad internacional al respecto. Eso es tan evidente, que no merece mayor razonamientos.

Pero es que además, cuando habla de la indisolubilidad del estado español, lo que hace directamente, sin camuflaje alguno, es atentar contra el normal funcionamiento de la Democracia. Ninguna nación es lo suficientemente poderosa como para gobernar a otra sin su consentimiento. Ninguna nación está creada por mandato divino. Todas las naciones, todos los Estados, son un producto de la historia. Todas ellas, y todos ellos, sin excepción, están sujetas y sujetos a las leyes de la dialéctica histórica. Hablar de indisolubilidad de un Estado, dándole con ello carácter eterno, es una aberración jurídica que atenta incluso contra la inteligencia.

¿Qué democracia es entonces esa que reconoce la diversidad nacional que existe dentro de un estado pero niega a su vez el derecho que tienen estas diversas naciones a decidir libremente su futuro? ¿Qué democracia es esa que da carácter de indisolubilidad a aquello que por definición es consecuencia de un proceso histórico dialéctico y cambiante y, por tanto, sujeto a evolución en su fondo y en su forma?

Es más, ¿qué democracia es esa que reconoce la libertad de expresión y de organización política, pero atenta constitucionalmente contra los derechos de aquellos ciudadanos independentistas que desean ver realizadas en acto sus aspiraciones democráticas?

Si el estado es por ley indisoluble, los independentistas somos por ley marginados: nuestras ideas y proyectos democráticos no caben en esa Constitución. ¿Cuántos millones de personas estamos marginados debido a este motivo dentro de este Estado que se presupone como democrático? Aunque solo fuese una, ya sería lo suficientemente grave para que todo verdadero demócrata se revelase contra ello.

La democracia española no es una verdadera democracia. Es una simple y vulgar demofascia, como tantas otras hay en eso que algunos se han empeñado en llamar “el mundo libre”.

Pero que quede claro: cuando uno permite que se quebrante la democracia, que esta sea sustituida por una demofascia que atenta contra los derechos y libertades de la ciudadanía, que niega el poder popular, que anula la separación de poderes y usa dobles varas de medir jurídicas según los intereses políticos y económicos del Estado, es su propia libertad la que está en juego. Aunque hasta que no le afecte directamente esté tranquilamente pensando que es al vecino (que algo habrá hecho para merecerlo) al único que puede ocasionarle algún daño. Pero ya lloraremos cuando nos vengan mal dadas y entonces tal vez sea demasiado tarde. Sobre todo los que son miembros de la izquierda anticapitalista en cualquiera de sus variantes, y permiten que se cometan injusticias con una parte de sus compañeros de clase, con sus aliados naturales para la acción política. Callar ante las injusticias de la demofascia española, te hace cómplice de ella. Que no quepa la menor duda. Que no te laven el cerebro con moralismo de pacotilla ni sentimentalismos baratos del tres al cuarto.

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