Bidea Helburu
Lo que tenéis delante es una recopilación realizada por Bidea Helburu de la Historia que no suele contarse. Por una parte, se hace un recorrido por ciertos acontecimientos, discursos y datos históricos que han sido referenciales para los movimientos noviolentos de Euskal Herria. Por otra, repescamos una amalgama de acciones no violentas, desobedientes, pacíficas, imaginativas, que forman parte de nuestra memoria colectiva.
Las hay de boicot, de no colaboración, de desobediencia civil; las que dan alternativas o abren caminos, las que proponen cerrarlos... Pero lo que tienen en común es la acción y el empleo de medios no violentos, y escapan a la estrecha y unidireccional visión de nuestra historia vista solamente desde la confrontación violenta.
Todos estos casos y otros muchos que se han quedado fuera reflejan que hay más de una Historia, que hay muchas historias. No sólo es que haya aire fuera de los estrechos marcos armados, partidistas o de poltronas, sino que el que hay está menos contaminado.
Nuestra historia no sólo se reduce a lo que se nos cuenta de los poderosos y uniformados. No todo depende de las dinámicas de los partidos e instituciones civiles, militares o religiosas.
Pero no queremos que este libro se quede en una recopilación de acciones; aspiramos a que pueda fomentar y facilitar la reflexión.
Somos conscientes de que diferentes formas de actuación recogidas aquí pudieran no entrar en una teórica y estricta estrategia de noviolencia o no fueron así concebidas por sus impulsores cuando las programaron. Incluso podemos estar en parte o en total desacuerdo con más de una de las actividades aquí mencionadas.
Pero ello no quita para que quede recogida su existencia. Pensamos que es mejor un debate (siempre inacabado) que eliminar de nuestra memoria lo acontecido y privar a nuestra generación y a las posteriores de la información necesaria para tener un criterio propio y repensar las formas de acción política y social.
La noviolencia no es sinónimo de pasividad. Muy al contrario, la noviolencia tiene que ser necesariamente activa, porque es lo más opuesto a la pasividad. La noviolencia encarna en su propia acción, en el camino emprendido, los objetivos que trata de alcanzar.
Con este trabajo hemos intentado enriquecer nuestra aportación peculiar a la memoria colectiva histórica, con el objetivo de favorecer el paso deseado desde las “acciones de no violencia” (escrito separado) a las “estrategias de noviolencia” (escrito junto), que juzgamos más eficaces y necesarias para humanizar y dar coherencia a la disidencia y rebeldía existentes en nuestro pueblo.
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